Las cifras que ofrecen las estadísticas de incidencias en la circulación van en sentido decreciente desde que se instauró en julio del año 2006 el sistema del carné de conducir por puntos, según la Dirección General de Tráfico (DGT). Aun así, 2.391 conductores cordobeses han perdido en este periodo todos los puntos de su permiso, según datos facilitados por la Jefatura Provincial de Tráfico. De este global, solo 145 son mujeres, lo que representa el 6%.

La DGT cifra en 161.517 los conductores en toda España que se han quedado sin puntos en estos siete años, lo que supone el 0,6% del censo de conductores. Este dato indica que tres de cada cuatro conductores, es decir casi 20 millones, mantienen intacto su carné por puntos, con un saldo de quince.

La primera causa de pérdida de puntos es el exceso de velocidad. El número de sancionados por esta infracción en Córdoba desde el año 2009 al 2012 ha caído en un 24,8%. Esta sanción es más de la mitad del cómputo, mientras que en los datos nacionales alcanza el 47% de los puntos detraídos.

Aunque durante tiempo le seguía en este listado el consumo de alcohol, el uso del teléfono móvil o no llevar puesto el cinturón de seguridad lo superan en número de sancionados, aunque no en penalización. Ir bebido al volante supone que se detraigan entre cuatro y seis puntos, según el grado de alcoholemia, mientras que hablar por el teléfono (sin manos libres) y no usar el cinturón son tres puntos.

Pero quizás el aumento más espectacular está en el número de sancionados por conducir bajo los efectos de la droga. En el 2009 solo fue multado un conductor, mientras que en el primer trimestre de este año la cifra sube a 17. Los conductores que dan positivo en la prueba de drogas pierden de su permiso de conducción seis puntos. Cabe recordar que los controles y las campañas de concienciación se han multiplicado en los últimos años.

Además de la pérdida de puntos, conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas está penado con prisión de tres a seis meses o multa de seis meses a un año o trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días, y privación del derecho a conducir de uno hasta cuatro años. Incluso la negativa a someterse a las pruebas se castiga con cárcel de seis meses a un año y retirada del carné de uno a cuatro años.

Los controles de alcoholemia y drogas -para su detección se emplea el dispositivo conocido popularmente como narcotest- se hacen a la vez. La última campaña, que se desarrolló del 9 al 15 de julio, arrojó un balance de solo 20 conductores que dieron positivo de 1.800 pruebas que se efectuaron en la carreteras cordobesas.

La insistencia en luchar contra la ingestión de estas sustancias se debe a que conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas aumenta hasta en siete veces la posibilidad de accidentes y a que el 50% de los conductores fallecidos habían ingerido bebidas alcohólicas o consumido algún tipo de drogas, según los datos que maneja el Instituto Nacional de Toxicología (INT).

El número de puntos perdidos en Córdoba también ha ido en descenso en los últimos años. En el 2009 se registró un total de 75.017, para pasar a 74.892 en el 2010, 68.401 en el 2011 y 59.730 en el último año (-18%). En lo que va de 2013 el saldo es de 28.549 puntos.

De igual forma se ha comportado la estadística total de sancionados, que pasa de 23.387 en el 2009 a poco más de 19.000 en el año 2012.