Tras una primera edición más polémica que concurrida, la cabalgata de las Magas de Enero, conocidas a su pesar como las ‘Reinas Magas', ha llenado de público el centro de Valencia este domingo. Al respaldo popular se ha unido otra vez el institucional, pues el alcalde, Joan Ribó, ha recibido a Libertad, Igualdad y Fraternidad a las puertas del ayuntamiento y les ha acompañado al balcón. Allí, las Magas han hecho un alegato de los valores que les dan nombre.

Miles de personas han arropado la recuperación por parte de la sociedad coral El Micalet del desfile laico que en 1937 organizó al poco de asentarse en la ciudad el Gobierno de la República para distraer a los niños.

Este domingo cientos de ellos pero también muchos más adultos curiosos han acudido a presenciar el festivo desfile que el año pasado creó una notoria polémica, en parte por celebrarse antes de la cabalgata de Reyes y en parte por el revuelo mediático creado en Madrid, al anunciar Manuela Carmena que en algunos barrios serían mujeres las que harían de Melchor, Gaspar y Baltasar.

COLORIDO

El desfile ha contado con mucho colorido y homenajes a la República. Cerrando la comitiva iban en una calesa las Magas tirando confeti y haciéndose fotos con quien se lo pedía.

Una pequeña parte de los asistentes ha acompañado a la comitiva hasta el consistorio. Allí, cerca de medio millar de personas han vitoreado el recuerdo de la capitalidad estatal de Valencia que ha hecho el pregonero pero, especialmente, han celebrado su esperanza por “un futuro de igualdad, fraternidad, sonoridad y, sobre todo, libertad”.

Como espectadora privilegiada en el balcón estaba Alejandra Soler, maestra republicana y exiliada, que a sus 103 años ha desafiado al frío para apoyar la cabalgata y ha exhibido orgullosa el puño cerrado y en alto. Tras los aplausos a sus discursos de calado social, las Magas han prometido volver en 12 meses: no piensan renunciar al espacio que han conquistado.. “Mientras tanto, haced magia, felicidad, paz y cultura”, han proclamado.