La policía detuvo el pasado viernes a Rafael Prado, de 41 años, que trabajaba desde hace seis como conductor en una empresa subsidiada del Samur Social, acusado de violar a decenas de menores y de fotografiar y grabar a los niños desnudos y los actos sexuales. El presunto pederasta, que ayer ingresó en prisión sin fianza, se entregó presionado por su mujer, quien descubrió en un armario de su casa un disco duro informático y un DVD donde aparece su marido en continuas prácticas sexuales con menores. Posteriormente, la policía registró su puesto de trabajo, en la unidad logística del Samur Social en el barrio madrileño de Puente de Vallecas, y halló en su taquilla personal más material informático.

La mayor parte de las víctimas eran niños, siempre varones, que a partir de los siete años acudían a los campamentos que Prado organizaba desde 1998 a través de la asociación juvenil San Cristóbal. Además, era monitor de la piscina del club deportivo Parque Móvil de Madrid, en el barrio de Chamberí. La policía ya ha identificado a 10 de los menores agredidos y ha citado a sus padres. El Ayuntamiento de Madrid trató de desligar la labor del detenido en el organismo municipal de la que realizan los funcionarios dedicados a la atención de personas en exclusión social. Resaltaron que desde hace dos años Prado se encargaba de tareas logísticas, como el mantemiento y la reparación de ambulancias, y que "esos hechos delictivos, reprobables y repugnantes los ha realizado fuera de su horario laboral".