La posibilidad de imprimir piel sintética mediante bioimpresoras 3D para tratar casos de quemaduras graves es uno de los principales avances que se han presentado en el 17º Congreso de la European Burns Association (EBA), que se celebra en Barcelona del 6 al 9 de septiembre.

El recién nombrado presidente de la EBA, Joan Pere Barret, jefe del Servicio de Cirugía Plástica y Quemados del hospital de Vall d’Hebron, explicó ayer que está previsto que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios dé la luz verde a finales de año para poder aplicar la bioimpresión 3D en España.

Este tratamiento se realiza con bioimpresoras cargadas con «cartuchos de células», que mediante un programa informático permiten imprimir tejido vivo sobre un material sintético y generan un tipo de piel artificial de mejor calidad a la piel cultivada, que es la que se utiliza hoy en día para tratamientos de quemaduras. Hasta ahora, el cultivo de piel posibilitaba la creación de nuevos tejidos a partir de células vivas o restos orgánicos, los cuales se trabajan en laboratorios de ingeniería de tejidos, pero que implican un largo y complicado proceso, del cual no se obtienen los mejores resultados en cuanto a calidad de la piel.

«La bioimpresión hace que sea un proceso muy rápido. Ahora tenemos que esperar semanas para cultivar piel, mientras que con la bioimpresión podremos ir mucho más rápido y podremos cubrir y curar a las personas de forma inmediata, y así prevenir infecciones y mejorar las posibilidades de supervivencia», destacó Barret.

Sin embargo, aunque significa un gran avance en el tratamiento de quemaduras, la impresión de tejidos sintéticos aún no ha conseguido generar componentes importantes, como vasos sanguíneos o folículos pilosos que permitan la pigmentación y la protección solar de la piel. «No se trata de piel al 100%, pero ya se parece mucho. Ahora los resultados preclínicos, mientras esperamos los clínicos, se parecen mucho a la piel humana. Aún no tienen capilares, ni vellos, ni melanina, ni pigmentos; pero nos estamos acercando y creemos que en la próxima década podremos imprimir capilares», aseguró Barret.

TERAPIAS REGENERATIVAS / El nuevo presidente de la EBA explicó que en el tratamiento de las quemaduras «se está caminando hacia una cirugía muy individualizada y poco invasiva», que busca «conseguir que el propio cuerpo pueda regenerar sus tejidos, ayudándole con intervenciones quirúrgicas o aportando nuevos tejidos, biológicos o sintéticos». Algunos de estos tratamientos menos invasivos son, por ejemplo, las terapias regenerativas, con células madre, los regeneradores dérmicos o la terapia de ondas pulsadas, que se lleva realizando desde hace años ya en el hospital de Vall d’Hebron «con muy buenos resultados a nivel de supervivencia», señaló Barret.

Este tratamiento con ondas pulsadas, según detalló Barret, se realiza a través de «la liberación de factores de crecimiento para activar las células y reparar quemadas que antes tenían que ser intervenidas quirúrgicamente» y es una de las terapias que se presentarán también en este 17º Congreso de la EBA.

Esta convención, que reúne a más de 800 expertos de distintos países del mundo, llega como un reconocimiento al trabajo pionero que ha hecho el hospital de Vall d’Hebrón en el tratamiento de quemaduras, pues coincide con el 50º aniversario de la Unidad de Quemados del centro sanitario, la cual dirige Barret.