Nacen en casas difíciles, desestructuradas, en familias con una alta exigencia de supervivencia, sin un futuro claro. Pero no en chabolas de la periferia sino en palacios; sus actividades profesionales, si las tienen, muchas veces mezclan el ocio con el negocio. Son los herederos en segunda o tercera línea de algunas casas reales, a veces también en primera. Por ejemplo, Carlos de Inglaterra, sucesor de Isabel II en la pole position , término ecuestre (y ahora también automovilístico) que tan bien le cuadra (la cuadra también le cuadra), a punto de alcanzar la edad de jubilación de los mortales y aún no ha causado alta en su trabajo, y nada debe de haber tan frustrante, digo, yo; toda la vida dizque preparándose. Y no es que el hombre no haya currado, conocidos son sus sesudos informes ecologistas, arquitectónicos y urbanísticos, pero- lo formaron para reinar, y veremos a ver si sólo queda de rey de la baraja. Su bisabuelo Alberto (Eduardo VII) también esperó lo suyo el óbito de la reina Victoria, mientras tanto no perdió el tiempo como cliente asiduo de Le Chabanais, prostíbulo parisino donde había instalado una bañera labrada con las armas reales y una silla para sus lances eróticos. Y ahora viene Froilán, que también viene apuntando maneras, y aunque no esté en primera línea de salida, ya a sus quince años anima las sesiones light del Joy Eslava, todo un portento. Lo dicho, pobres víctimas de un nacimiento en casas difíciles, en familias desestructuradas con una alta exigencia de supervivencia, sin futuro claro. Mecachis en dena , que diría el filósofo, lo que hay que aguantar.

* Profesor