«Pilar, te queremos»

Fue un acto entrañable, cordial, rebosante de cariño y de compañerismo, el homenaje a Pilar García Diaz, con motivo de su jubilación como policía municipal de Córdoba. Desde el primer aplauso y el aluvión de abrazos, a su entrada en el patio central del Círculo de la Amistad, hasta los discursos finales, en el Salón Liceo, convertido en oasis de afectos y enhorabuenas, de gratitudes y recuerdos, de latidos y emociones. Juan Mata y su hermano Ignacio, magníficos presentadores, condujeron admirablemente los compases del acto: los discursos, los regalos, los brindis, el ambiente familiar que se respiraba, en torno a una mujer que vivía tantos encuentros personales casi como un sueño, radiante, feliz, acompañada por su familia y rodeada de personas que mostraban su aprecio y su afecto en una frase tan intensa como sincera: «Pilar, te queremos». Así lo fueron expresando Emilio Aumente, delegado de Presidencia y Seguridad Ciudadana; Antonio Serrano, intendente mayor jefe de la Policía Local de Córdoba; Pepa Lepe, presidenta de la Asociación de Mujeres Policías (Mopolia), María Jesús Muñoz, Diego Coca, Mercedes Ballesteros, Antonio Cuesta y la intervención de Pilar Caballero, como portavoz familiar, que se dirigió a su madre con ese tono filial, rebosante de sentimientos: «Lo único que os puedo decir es que estoy orgullosa de mi madre, que presumo de ella y estoy segura de que, por donde hay pasando, ha ido dejando una buena semilla, por su entrega, su generosidad, su espiritu de trabajo y de superación, porque en la vida no todo es camino de rosas». Tras las intervenciones, Pilar García tomó la palabra para hacer extensivo su abrazo de gratitud a todos los asistentes, entre más recuerdos que palabras: «Os lo digo de corazón: desde el primer momento, me captó, me enamoró esta profesión y sigo y seguiré siempre enamorada de ella». Entre líneas, nos descubría a todos el secreto del buen hacer, haciendo verdad la frase de Georges Duhamiel: «Si quieres hallar en cualquier parte amistad, dulzura y poesía, llévalas contigo». Pilar las lleva siempre en su corazón.