La sonda Cassini fue lanzada al espacio el 15 de septiembre de 1997. Durante estas dos décadas, según los expertos de la NASA, ha hecho un trabajo excelente, sobrepasando todos los objetivos para lo que fue lanzada. Iba para estudiar la atmósfera, los anillos y la magnetosfera de Saturno y la superficie de Titán, una luna del planeta, y de los satélites helados, pero gracias a ella se supo de la existencia de cuatro nuevos anillos, más satélites y la posible habitabilidad de las lunas Encélado y Titán. Después de este trabajo titánico, acaba de morir. Ha sido una muerte asistida y programada desde la Tierra, desintegrada en su mundo de Saturno. Eso sí, trabajando hasta su «grand finale».