Córdoba necesitaba una estatua de Marco Claudio Marcelo. Era una deuda milenaria que la ciudad tenía contraída con la figura de quien fue su fundador. Por eso la asociación Córdoba en el Mundo propuso en el 2012 una serie de medidas para relanzar la Córdoba romana: un hermanamiento con Roma, la propuesta de una estatua a Claudio Marcelo, potenciar hermanamientos como el de Núremberg, etc. Así se lo hizo llegar al Ayuntamiento de nuestra ciudad y se comentó en las redes sociales.

Coincidía aquella apuesta con la aparición de la novela 'La Córdoba de Claudio Marcelo', que termina describiendo la muerte del fundador de Córdoba mientras viajaba a Africa, aferrado al timón de la nave que se hundía por una terrible tormenta. El autor jugaba con la imagen del rostro de Marcelo azotado por la tempestad y hacía un símil con la lluvia cayendo sobre el rostro de mármol del fundador de Córdoba en el foro romano de nuestra ciudad. Transcribo aquí las últimas líneas de la novela "pero la lluvia inclemente también está azotando, en ese mismo momento, su rostro de mármol en el foro de aquella ciudad que aventajaba a toda Hispania en riqueza y cultura, aquel paraíso de occidente que se llamaba Córdoba y que Marco Claudio Marcelo había fundado veinte años atrás".

Tres años después de aquello Córdoba tiene ya su estatua de Claudio Marcelo. Ha llegado por sorpresa, sin previo aviso, de manos de un reputado escultor cordobés. Bienvenida sea. A su casa llega. Córdoba necesitaba una estatua de Marco Claudio Marcelo. No para honrar sus méritos, su cursus honorum, su calidad de pretor de las dos Hispanias, tres veces cónsul. No solo para eso. La figura de Marco Claudio Marcelo tenía que erigirse de nuevo en la ciudad de Córdoba como tributo a su romanidad, por su afán civilizador, porque Marcelo fue un gobernante que persiguió el consenso, el acuerdo, el compromiso, como símbolo de lo que luego cristalizó en la llamada Córdoba de las tres culturas. Fue ejemplo de la buena política, de la transparencia, de la toma de decisiones en común, del respeto a lo que tenga que decir la ciudadanía. Lo importante es que ha llegado la estatua de Claudio Marcelo, aunque es evidente que no ha llegado al estilo "Claudio Marcelo".

Alberto Manuel Monterroso, presidente de la asociación Córdoba en el Mundo y autor de 'La Córdoba de Claudio Marcelo'

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