Sustituir progresivamente el pavimento de la Corredera para evitar accidentes y reducir costes de mantenimiento. Ese es el objetivo que se ha marcado el nuevo equipo de gobierno del PSOE e IU que, de esta manera, pretende atender las peticiones de ciudadanos y comerciantes que, desde la implantación del adoquinado que se eligió en 2003 y 2005 para los tramos que discurren entre la plaza de La Rosa y la calle San Fernando, vienen denunciando el peligro que representa la solería, especialmente en época de lluvias.

De esta forma, el Ayuntamiento se ha decantado por el granito para la nueva fase de reurbanización. "Debido a las peticiones de los montillanos y a la problemática que ha presentado el anterior pavimento, nos hemos visto en la obligación y en la necesidad de plantearnos el cambio de este material", reconoció la teniente de alcalde de Urbanismo, Alicia Carmona, quien hizo hincapié en que los problemas que genera el tipo de material que se usó entre la calle San Fernando y la plaza de La Rosa no se limita a su "resbaladicidad " --que ha generado numerosas caídas-- sino que se incrementan con los costes de los tratamientos antideslizantes que se han aplicado en fechas recientes.