Si no siento, soy solo una maquinita que canta». Esta frase de Amparo Velasco, alicantina de nacimiento y apodada La Negra por su pasión por el soul y por su tonalidad de piel, nos sitúa ante su mejor definición musical. Una irónica declaración de intenciones positivista a la que parece no afectar ni crisis ni nada parecido. Ideas claras para una pasión: cantar. La Negra tiene su autopista flamenca particular. Pertenece a ese grupo de jóvenes artistas que reinventa el flamenco, lo rejuvenece y lo casa con todo su bagaje musical que, como ella misma dice, ha ido absorbiendo como una esponja allí por donde la vida le ha llevado. Desde México a Brasil, pasando por Estados Unidos, el palmeral ilicitano o Córdoba.

Su carrera musical tuvo un paréntesis, por propia elección, por cuestiones familiares que priorizaban. A pesar del tardío desembarco de su primer disco, homónimo, Amparo ya estaba dando pasitos hacía tiempo en esto de la música, haciendo coros para grandes nombres del flamenco como José Mercé o Vicente Amigo. Y Javier Limón, músico y productor galardonado con el premio a la mejor producción en los Grammy Latino del 2004, contacta con ella tras escucharla cantar en El Candela de Madrid. Años después, reinstalada ella en Elche, decide que es el momento tras contactar con el guitarrista Frasquito, decisivo en su realización, que le presenta dos canciones que graban y remiten a Limón, que enseguida se hace cargo del proyecto. La Negra y Frasquito escriben las canciones y crean el álbum con la inestimable ayuda de su productor, que les proporciona grandes músicos y colaboradores. El resultado ve la luz a primeros de 2006.

La Negra (Casa Limón, 2006), junta las cadencias flamencas con ritmos latinos, ecos de copla y ambientes jazzísticos para crear su particular propuesta, suave y cadenciosa. El álbum fue gratamente acogido y se presentó en directo a lo largo de los siguientes meses. Su segundo largo llega en el 2012 bajo el título de La Que Nunca... (2012), co-producido por Juan Fernández El Panky y Fernando Vacas. Mañana, en el Teatro Góngora, presenta su espectáculo Colores, nombre de su última entrega como disco. Colores, de nuevo con la producción de Juan Fernández, amplía los horizontes de lo que podríamos llamar el post-flamenco, por su apertura hacia la herencia negra, americana y africana.

En esta ocasión, Amparo estará arropada por la guitarra de Panky, el bajo de Josué Ronkío, David Bao y Añil Fernández en la batería y la percusión, respectivamente, y los coros de Laura Caballero y Tony Romero.

CÓRDOBA

TEATRO GÓNGORA

SÁBADO

20.30 HORAS