Todo comenzó con la intención de que no se perdiera el nombre de la Feria de Córdoba, la Feria en honor a la Virgen de la Salud, y con el objetivo de que un elemento fundamental en estas fiestas andaluzas, el caballo, tuviera su protagonismo durante las horas de sol. Y tras los actos de ayer, el trabajo de varios años de catorce asociaciones cordobesas, por los resultados vistos, ha tenido su fruto.

El día de la festividad de la Virgen de la Salud principió con la primera exhibición de carruajes de tradición organizada por el Club de Carruajes de Tradición de Córdoba en los Jardines del Alcázar de los Reyes Cristianos. Y no pudo comenzar de mejor manera. Una veintena de coches de caballo esperaban en un carril de la Ribera para poder entrar, tras el examen que realizaron los jueces, en la pista del edificio contiguo a Caballerizas, el lugar más emblemático del caballo español. En fila estaban diferentes y llamativos tipos de carruajes, enganchados a la limonera, tronco, tresillo, cuartas y dos imponentes enganches a la media potencia. Coloristas guarniciones caleseras, y también inglesas y americanas. Este espectáculo impactó en una señora que se bajó de un autobús turístico, y al presenciar la comitiva manifestó en voz alta a sus compañeros de visita: "Esto es mucho más bonito que Sevilla". Posiblemente creyera que estos enganches se encuentran en la Ribera todos los días.

La exhibición estuvo comentada por el cochero Javier Vilches, que enriqueció a las numerosas personas que la presenciaron con sus numerosas notas profesionales. Una gran variedad de enganches que provocaron que un joven comenzara a hablar excitado por teléfono con un amigo comentándole que lo que estaba viendo era algo excepcional, digno de ver y que regresaría con él para disfrutar del espectáculo. Y la apoteosis llegó con el carrusel final, cuando Vilches introdujo más de veinte enganches dando vueltas en la pista.

La Feria de la Salud, al menos en el aspecto ecuestre, había comenzado con colorido, alegría, elegancia y singularidad.

Media hora después de comenzar la exhibición tuvo lugar una misa en la explanada de la ermita de la Virgen de la Salud, oficiada por Fernando Cruz Conde, a la que asistieron miembros de la Protohermandad de la Virgen de la Salud, de las asociaciones que componen el Círculo Fernando Tercero el Santo, amazonas, jinetes y cocheros. Hubo personas que tuvieron que elegir entre asistir a un acto u otro, por motivo de coincidir en el tiempo los dos.

Tras finalizar el acto religioso por la festividad de la Virgen de la Salud, se formó una comitiva que fue adquiriendo fuerza y presencia. Las amazonas y jinetes que habían asistido a la misa, precedidos por jinetes de la Policía Local, fueron conformando la cabalgata. A continuación le dieron sitio de honor a los miembros de la Asociación del Servicio Público de Coches de Caballos de Córdoba, que guiaron el landó del Ayuntamiento, con las camareras de la Virgen portando el estandarte. Tras el landó, medio centenar de enganches hicieron una comitiva singular que cambió su recorrido inicial por motivos de circulación, llegando al Vial y regresando a la altura de la ermita de la Virgen nuevamente para tomar la Ribera y entrar en El Arenal. La cabalgata fue llamando la atención por donde pasaba, siendo un excelente reclamo para el primer día de Feria. Un reclamo singular.

Y en el Real la entrada fue motivo de que numerosas personas que se encontraban en las casetas salieran al albero para ver la comitiva, que llegó hasta la caseta municipal, donde fueron recibidos por el alcalde, José Antonio Nieto; los concejales Rafael Navas, Luis Martín y Amelia Caracuel, y el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado.

Con la llegada del estandarte se recordaba que la Feria es de Nuestra Señora de la Salud y que el caballo presta personalidad y alegría a una celebración que no ha perdido su identidad y que, según comentaban a la salida de la ermita, este acto la puede diferenciar de otras ferias famosas en las que el caballo posee un protagonismo especial y se convierte en atractivo.