Juan Antonio Medrán, sacerdote

Ayer tuvo lugar en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Dos Torres el funeral por el sacerdote Juan Antonio Medrán Tribaldo, presidido por el vicario episcopal de la Sierra, Jesús María Perea. Juan Antonio realizó sus estudios en el Seminario Conciliar de San Pelagio, siendo ordenado sacerdote el día 21 de junio de 1959, realizando su ministerio durante muchos años en la localidad de El Viso, donde hace escasamente un mes se rotulaba con su nombre una de sus calles. La vida de Juan Antonio Medrán ha estado marcada siempre por una gran cercanía a los feligreses, a los que conocía personalmente, preocupándose de manera especial por las personas más débiles y necesitadas. Brillaron en su tarea pastoral las mejores virtudes evangélicas: la sencillez, el respeto hacia todos, la escucha atenta de cuantos llamaban a la puerta de la iglesia y de su corazón, el diálogo abierto y cordial con todo el mundo. Juan Antonio enfocó su sacerdocio y su ministerio como un servicio al pueblo, a sus gentes, no sólo desde el altar, proclamando la Palabra de Dios y celebrando la eucaristía y los sacramentos, sino desde la calle, en los hogares, en las familias, en las escuelas, en la residencia de ancianos, en los diálogos amables con los dirigentes y con todas las clases sociales, siendo siempre portador de inquietudes nobles, de entendimiento pacífico, de nuevos horizontes para agrandar y engrandecer la dignidad de cada persona. Fue Juan Antonio un buen sacerdote, un hombre de bien, un servidor fiel, a disposición de todos, con ese espiritu de entrega cordial y amable que siempre le caracterizó. Descanse en la paz del Señor. ANTONIO GIL