Gracias al proyecto Erasmus +, y dentro de la línea de Acción K2 de asociaciones escolares, el IES Sácilis de Pedro Abad, en Córdoba, lleva a cabo un proyecto a nivel internacional por segundo año consecutivo, en el que están involucrados seis países europeos: Noruega, Rumanía, Polonia, Hungría, Bulgaria y España, que es el país coordinador.

Este proyecto, basado en los objetivos de la Estrategia Europa 2020 , pretende lograr que la mayor parte del alumnado adquiera una serie de competencias básicas y, consecuentemente, titule. Esta iniciativa tiene como principal objetivo, que ya logró el pasado curso, que "varios centros europeos desarrollen un proyecto conjunto de manera coordinada", según declara Carmen Pavón, directora del IES Sácilis, y coordinadora general del proyecto Erasmus+.

Los alumnos realizarán tres cortometrajes internacionales sobre temáticas que les preocupan, de manera que puedan expresar su opinión y conocer las opiniones de otros jóvenes europeos, con el fin de construir un conocimiento relevante que les permita intervenir en la sociedad de una manera democrática. El primer encuentro para la coordinación del proyecto se ha celebrado del 5 al 9 de octubre en Hungría, y se han escrito 3 guiones entre el alumnado participante. El siguiente encuentro tendrá lugar en Bulgaria, donde los alumnos filmarán los guiones escritos por sus compañeros, y el último será en Noruega, en el cual los estudiantes editarán los videos grabados.

Cada grupo de trabajo está compuesto por 6 alumnos de los diferentes países que participan en el proyecto, por lo que el resultado contará con la riqueza de seis miradas diferentes de distintas culturas sobre un mismo tema, "y eso es realmente enriquecedor", afirma la coordinadora del proyecto. Esto fomenta el desarrollo de actitudes de respeto, así como la superación de prejuicios respecto a otras culturas.

Este año, uno de los temas elegidos, y muy acertado, es la problemática de la migración. Y es que, estos estudiantes, independientemente de su nacionalidad, son muy conscientes de lo que puede suponer que las personas tengan que huir de sus países para poder sobrevivir debido, por ejemplo, a la guerra.

La iniciativa pretende potenciar un modelo educativo en el que se utilicen las nuevas tecnologías como herramienta de aprendizaje, en el que la educación mediática quede integrada en el currículum, y en el que se potencie una metodología participativa. Según Pavón, el proyecto ayuda a jóvenes europeos a discutir sobre los temas que les preocupan, y a trabajar sobre ellos para encontrar posibles salidas a los mismos. Para ello, se emplean las TIC y, en concreto, en este proyecto, la grabación y edición de vídeos, donde finalmente, añade, "muestran que las realidades que les preocupan no son tan diferentes".

IMPACTO SOCIAL Y EDUCATIVO Gracias a este proyecto los alumnos mejoran sus competencias interpersonales y cívicas, ya que se fomenta el sentimiento de interculturalidad y de identidad europea. Y además, pueden mejorar sus competencias digitales, así como la comunicación en lenguas extranjeras. Esta actividad "despierta el deseo de aprender idiomas entre los jóvenes" asegura Pavón.

El profesorado tiene la posibilidad de acercarse a las TIC y al aprendizaje colaborativo en su práctica docente, además de poder conocer y convivir con otros sistemas educativos, con la aplicación de principios didácticos innovadores. También tienen un papel importante las familias que disfrutan de un aprendizaje en común son sus hijos e hijas, facilitando la ampliación de horizontes. Y, por supuesto, la comunidad de cada localidad, que conoce otros modelos de desarrollo social y económico, y cuenta con la posibilidad de divulgar sus propias señas de identidad y valores culturales.

Un proyecto innovador en el que todo son ventajas y gracias al cual, los alumnos aumentan su motivación hacia el aprendizaje, mediante una experiencia de interculturalidad.