"La mayor parte de las personas que estudian en el IPEP son trabajadores, madres, padres, con las responsabilidades que ello conlleva", según expresa Juan Manuel del Valle, por lo que estas personas necesitan adquirir rutinas que habían perdido y sacar tiempo extra para el estudio.

Para ello, el instituto ofrece una serie de facilidades para estas personas. En primer lugar, cabe destacar que el centro se encuentra abierto durante todo el día para que cada alumno se matricule en turno de mañana o de tarde, según sus posibilidades. Incluso, "si su vida se ve modificada a lo largo del curso, pueden cambiar de turno sin que ello afecte al proceso de aprendizaje" explica Valle, ya que van a recibir las clases por parte de los mismos profesores. Existen casos de trabajadores con turnos de trabajo, por lo que cada mes deben cambiar de turno, para lo cual no encuentran ningún impedimento en este instituto. De esta manera, su formación no se ve interrumpida en ningún momento, lo cual "le da al centro un valor añadido", afirma su director, que explica que además el instituto ofrece enseñanzas presenciales y semipresenciales.