La jornada de los escolares, desde hace algunos años ya, no empieza ni termina cuando suena el timbre del colegio. El CEIP Condesa de las Quemadas abre sus puertas a las 7.30 horas de la mañana para ofrecer el servicio de Aula Matinal. Durante la hora y media que comprende este servicio van llegando los niños y niñas de forma ininterrumpida, según sea la necesidad de los padres. Según Francisco García, director del centro, hay días que asisten más niños y otros que menos. "Normalmente, suele haber entre 50 y 60 alumnos, de edades comprendidas entre los 3 y los 11 años". El aula matinal, coordinada por dos monitores, permanece abierta hasta las 9.00, hora de inicio de las clases. Los alumnos juegan al ajedrez, se llevan libros para leer o apuran ese tiempo para hacer la tarea que no han hecho en casa. "Incluso hay alumnos que aprovechan para desayunar aquí", señala el director. El comedor escolar está abierto de 14.00 a 16.00 horas de la tarde y está atendido por dos cocineras y 8 monitores. A continuación, de 16.00 a 18.00 horas, es el turno de las actividades extraescolares, para las que el centro dispone de ocho monitores. Las actividades que oferta el centro son muy diversas: informática, inglés, gimnasia rítmica, balonmano, baloncesto, fútbol, etcétera. Lógicamente, cada familia puede acogerse al servicio que más le interesa. El director del colegio señala que al principio había poca demanda, pero poco a poco fue aumentando. "Hoy en día se mantiene estable el número de alumnos que utilizan estos servicios", señala. No todos los niños tienen aplicada la misma bonificación y esto influye a la hora de elegir. "Hasta el año pasado las familias tenían bonificadas dos actividades extraescolares por curso escolar, pero a partir de este año solo se bonifica una". Este año, el 41 % de los alumnos están bonificados al 100% en el CEIP Condesa de las Quemadas. Francisco García cree que en los colegios que se acogieron hace nueve o diez años a este plan son muy conscientes de la contribución que ha hecho a las familias. "Hoy en día un colegio que dispone de estos servicios es incapaz de prescindir de ellos, ya que las familias han encontrado en él un colchón muy necesario para poder conciliar la vida familiar y laboral", apunta.