El sábado es más fácil salvarlo. Siempre surge algún plan y es compatible con el fútbol. Toda la mañana para ti, sierra, casa, fotos, lo que quieras, y la tarde también, sentados plácidamente recordando historias de locos despreocupados.

Pero hay que convencerlos. Jesús es del Sevilla, Paco es del Betis. A esta hora podría estar en el Villamarín, que es socio, aunque no sabía que era tan fanático. Tengo curiosidad por ver cómo alguien de fuera, ajeno a lo nuestro, reacciona cuando le pones un Ponferradina -- Córdoba. Al menos tiene la delicadeza de no estar enganchado al móvil. Bueno, solo lo usa para eliminar a gente del Facebook. Le ha dado por ahí y lo recomienda. Fuera todos esos que no te aportan nada.

Eliminar.

Aquí ya saben que no hablamos demasiado de fútbol, pero Jesús se empeña en Pedro Ríos, le encanta. Le repito que empezó muy bien, pero que se apagó, como todas esas amistades de la red social que aún así conservas, no sabes muy bien por qué.

Eliminar.

Nadie se acuerda de la ausencia de Florin. Seguramente no nos acordemos nunca más de todas esas personas que estamos borrando.

-- ¿Stankevicius lo tuvisteis en el Sevilla, no?

-- Sí, pero nada.

Eliminar.

Alboroto con el gol de Fidel.

Me gusta.

-- A Razak lo tuvimos en el Betis; era bueno, aunque algo loco.

Yo creo que todos los porteros tienen esa pizca de rareza. Yo fui portero. No todo el mundo está preparado para tanta soledad.

Paco me acusa de no vivir con intensidad el Córdoba. Le digo que ya sufrí demasiado de chico; con la edad relativizas todo. Pero él no. En el descanso ponen el partido del Betis y con cada ataque de su equipo da un cabezazo al aire y emite un extraño gruñido de aliento, como si él pudiera cambiar el rumbo del balón. Incluso insulta y, claro, todo el bar le mira, asombrado. Me avergüenzo.

Eliminar.

Ahora es Jesús el que no puede parar de destruir contactos.

Hay un bebé en el bar cuyos padres no han notado cambio en sus vidas porque se pasa los días durmiendo. El carrito está junto a un columna y es increíble que con tanto jaleo no se despierte. Solo con el gol de Xisco abre los ojos. Es la primera vez que lo veo así. Su babero es verde. El padre es como Paco, lo vive mucho y al hijo le pasará lo mismo.

Hoy no. Es un sábado tranquilo, cinco minutos de alteración.

-- Todos los goles están siendo como muy lentos...

-- ¿Y qué pasa si un contacto quiere volver a ti?

-- Que te busque otra vez y ya está. No tengas miedo.

Los padres del bebé tienen suerte y el bebé, al que hicieron socio al nacer, también, con esta época cordobesista que le va a tocar vivir. Quizá mucha gente eliminó al Córdoba la semana pasada. Quizá muchos lo hayan vuelto a buscar esta noche. Esto es así. Nos desprendemos de lo que no nos llena y a veces volvemos cuando menos lo esperamos.

Acaba el partido, llega otro, la noche, el domingo, otra vez el domingo, será muy diferente al último. Hoy no le voy a dar a eliminar.