Todo lo que emocionó, esperanzó, enfadó, molestó, entristeció, indignó y/o desesperó a lo largo de toda la temporada lo condensó anoche el Córdoba en Riazor en apenas 90 minutos, estadio al que acudió con la intención de abrir puerta a la épica que le podía esperar las próximas semanas en caso de triunfo y del que salió con el pijama de madera. Una primera parte más o menos igualada (salvo con un arreoncito del rival de inicio), dio paso a la ineficacia, encefalograma plano y canguelo del Deportivo, lo que aprovechó el Córdoba para ponerse por delante tras un gran gol de Florin Andone. El Córdoba tuvo varios minutos al rival a su merced después de que los locales se quedaran en inferioridad en el 69', no encontró capacidad para rematarle y no debió hacer nada el Dépor (no era capaz) para empatar el partido: hasta eso lo hizo el Córdoba en una desafortunada acción de Florin Andone, que anotó en propia puerta a la salida de un córner.

Así, se juntaron en esos 90 minutos todos los males de este Córdoba a lo largo de la temporada. También sus pequeñas virtudes. Un flan en los inicios, cierta tranquilidad ante la incapacidad del rival después, superioridad en el juego con ausencia de instinto asesino y justita calidad en los últimos metros, en el remate, falta de control del partido por momentos y, finalmente, la mala suerte, que no esconde los males de este equipo, de los que a partir de ahora se podrá analizar largo y tendido.

El partido comenzó como tantos otros, con el sobresalto de turno en el manejo de balón en la primera línea. Una comprometida pérdida de Pantic era aprovechada por Fariña para plantarse dentro del área y lanzar un disparo raso al que respondió Juan Carlos con una buena estirada. En esta ocasión, al menos, los cordobesistas no se descompusieron, por mucho que el Dépor empujara, aunque a los de Víctor Fernández (destituido al finalizar el encuentro y sustituido por Víctor Sánchez del Amo) les acompañaban fuegos de artificio, nada de fusilería ni (mucho menos) artillería. Progresivamente, el encuentro fue durmiéndose y el Córdoba lograba sentirse minuto a minuto más cómodo. Cartabia aparecía lo justo o menos, pero Bebé volvió a demostrar que una cosa es el acierto y otra el empeño, la intención o el esfuerzo. También Borja García aparecía, aunque menos de lo que necesitaba su equipo, mientras que Héldon y Florin Andone eran polos opuestos. Atrás, sin noticias, ya que el Deportivo ni llegaba al borde del área, principalmente porque René Krhin volvió a marcarse un gran encuentro, tanto defensiva como ofensivamente, para dejar a las claras que él y cuatro más de su perfil y su nivel, el pasado verano, hubieran dado a este Córdoba lo que necesitaba para pelear la permanencia con cierta solvencia.

Tras un gol anulado a Florin Andone por claro fuera de juego, los últimos minutos de esa primera parte fueron algo más movidos ante el intento de arranque por parte de los gallegos que, definitivamente, demostraron estar gripados.

Se notó en el inicio del segundo acto. El Córdoba, sostenido en la medular por el esloveno y lanzado arriba por Bebé empezó a dar avisos serios, sobre todo con un disparo del luso que Fabricio fue incapaz de retener, por lo que Lopo debió alejar el peligro ante la presencia de Héldon. Poco después, el gol visitante que hacía justicia. Una jugada por la izquierda culminaba con un centro de Edimar desde la esquina del área a Florin que, entre Lopo y Sidnei, lograba controlar y empujar con el pie ante la salida de Fabricio para superar al canario por bajo.

Víctor Fernández, con cara de condenado al patíbulo en la banda, dio paso en apenas 10 minutos a Oriol Riera, Medunjanin y Hélder Costa para intentar activar el mediocampo y el ataque deportivista, pero los locales apenas pudieron generar movimientos en la zona de Juan Carlos. Tan solo un barullo dentro del área tras una buena jugada local inquietó algo al meta cordobesista, pero Toché no supo rematar entre los tres palos.

Mientras, el Córdoba no solo se le veía algo suelto, sino que incluso salía con claridad hasta la zona defensiva de los locales. Florin puso a prueba a Fabricio, el mejor de los suyos anoche, Bebé volvía a irse por su banda para lanzar un pase raso y en parábola al segundo palo, en donde le esperaba Héldon Ramos. El caboverdiano, incomprensiblemente, se tropezó y no supo ajusticiar al rival cuando un minuto antes los gallegos se habían quedado en inferioridad por expulsión de Luisinho. Seguía el Córdoba cómodo, pero con un marcador peligroso para él, y era Fede Cartabia el que disparaba desde 30 metros para poner en apuros de nuevo al meta blanquiazul, que evitó el gol en dos tiempos.

Los de Romero llegaban a las inmediaciones del arco rival pero no cerraban el duelo por completo y hubo instantes en los que parecían gustarse, como en una gran incorporación de Krhin, que abría a Edimar para que éste centrara raso y Bebé, en el primer palo, fuera incapaz de anotar el gol de la tranquilidad. Faltó calidad en el remate, en los últimos metros. También algo más de decisión en el esquema en esos minutos, pero en todo caso, el Deportivo seguía sin dar noticias de vida. Hasta el minuto 85. De hecho, tuvo que ser el Córdoba el que anotara por él, por medio de Florin, que tocaba con el pecho un córner a favor de los locales para que el balón se alojara en la meta de Juan Carlos. Tan injusto resultado como clara fue la superioridad del Córdoba en esa segunda mitad que los cordobesistas tuvieron tiempo, incluso, de acumular dos ocasiones, una de ellas, la más clara del partido junto al gol. La primera, de Edimar, y la segunda de Krhim, que totalmente solo se topó con Fabricio en su camino a un gol cantado. Una catarata de errores llevó al Córdoba a la situación de desesperación con la que acudió a Riazor. Estos y algunos detalles añadidos, vistos ayer una vez más, le dejan sin vida. Entre todos lo mataron y él solo se murió.

Estadio: Riazor. Asistencia: 17.602 espectadores. Terreno de juego: Bien

DEPORTIVO: (13) Fabricio, (11) Juanfran, (23) Lopo, (12) Sidnei, (16) Luisinho, (4) Alex Bergantiños, (22) Borges, (6) José Rodríguez, (24) Fariña, (14) Cuenca y (18) Toché. Cambios: (21) Oriol Riera por José Rodríguez en el 55', (8) Medunjanin por Borges en el 62' y (32) Hélder Costa por Fariña en el 62'.

CÓRDOBA: (1) Juan Carlos, (17) Gunino, (2) Pantic, (3) Crespo, (11) Edimar, (21) Krhin, (18) Borja García, (24) Bebé, (10) Fede Cartabia, (9) Héldon y (28) Florin Andone. Cambios: (7) Rossi por Héldon en el 74' y (16) Fidel por Fede Cartabia en el 79'.

LOS GOLES

0-1 (54') Centro de Edimar desde la frontal del área a Florin Andone que, entre los dos centrales rivales controla y empuja a la red, por debajo de Fabricio.

1-1 (81') Saque de esquina a favor del Dépor que Florin Andone, solo, introduce con el pecho en la red de la meta de Juan Carlos.

EL ÁRBITRO

Prieto Iglesias (C. Navarro). Amonestó por parte deportivista a Borges (46'), Juanfran (72'), Medunjanin (73') y Luisinho, en dos ocasiones (16' y 68'), por lo que fue expulsado, al igual que el preparador físico del Dépor, Cabellud (70); por parte cordobesista vieron la amarilla Krhin (23'), Fede Cartabia (72') y Crespo (89').

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