En tromba. Así puede calificarse la reacción de los principales dirigentes del Deporte ruso a las acusaciones de manipulación de las pruebas del dopaje vertidas en Ginebra por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), institución que ha recomendado, además, la exclusión de deportistas rusos del programa de Atletismo en los Juegos Olímpicos del 2016 en Río de Janeiro. Sin embargo, pese al alcance del escándalo -el segundo en el que se ve envuelto el país tras las acusaciones de soborno para obtener la organización de la copa del Mundo de futbol del 2018-el Kremlin se ha abstenido a emitir una valoración, probablemente a la espera de ver cómo evolucionen los acontecimientos.

«Es un informe motivado político, uno más de la serie de sanciones impuestas contra Rusia», aseguró Vladimir Uiba, director de la Agencia Federal Biomédica, en declaraciones recogidas por la agencia Interfax. «No tiene ningún fundamento, porque esas mismas pruebas son recogidas por los comisarios de la AMA; los deportistas no saben cuándo vienen los comisarios» (a recoger las muestras), se defendió Uiba.

Trámites burocráticos

El mandatario recordó que el informe de la AMA y la recomendación de excluir a los atletas rusos de los Juegos de Río de Janeiro deben superar numerosos trámites burocráticos para su puesta en práctica. Para hacer efectiva la suspensión, «es necesario superar una gran cantidad de procedimientos judiciales», señaló Uiba, antes de sentenciar: «creo que hasta allí no llegaremos».

El informe de la AMA apunta directamente a instancias gubernamentales, en concreto al Ministerio de Deportes, encabezado por Vitali Mutkó, institución a la que se acusa de «influir» en el proceso. Sintiéndose directamente aludido, el propio ministro Mutkó salió a la palestra a defender su integridad y acusar a la AMA de realizar acusaciones sin pruebas. En el documento «no se menciona mi nombre; se hace referencia al Ministerio; si se lee el documento, se habla»... «de la influencia del Gobierno, en concreto en la institución del ministerio en todo el sistema», aunque se reconoce «que no hay pruebas», afirmó el titular de Deportes. «¿Acaso es esto una acusación?»,se preguntó.

Por último, Mutkó admitió la existencia, en Rusia, de «cuestiones» relacionadas con el dopaje, que en esencia no se diferencian de los que afrontan otras federaciones de atletismo. «No negamos que tenemos problemas, pero los hay en todo el mundo, en el mismo porcentaje que en los demás países», concluyó.

El Kremlin, por el momento, guarda silencio, y su portavoz, Dmitri Peskov, remitió a los periodistas a las instituciones concernidas. En mayo, el escándalo generado por las acusaciones de corrupción en el proceso de selección de Rusia y Catar como sedes las copas del Mundo de Futbol del 2018 y 2022 empujó al presidente ruso a responder. Putin acusó entonces a EEUU, país donde se originaron las investigaciones, de aplicar justicia de forma «extraterritorial».