El Córdoba CF continúa empeñado en solventar su endémico problema estructural de instalaciones. La ciudad deportiva Rafael Gómez no llena ni de lejos sus expectativas y el plan de buscar alternativas es tan antiguo como la propia entidad. Por ello, el club blanquiverde estudia modelos para una ciudad deportiva propia, tal y como adelantó este periódico el pasado viernes, y para ello ya ha tomado nota de las instalaciones del Rayo Vallecano y del Cádiz, principalmente. La pasada semana, representantes del Córdoba estuvieron con personal del club gaditano para valorar lo que antes era conocido como campos de El Rosal. Oficinas, cafetería, sala de prensa, sala de recuperación y gimnasio, así como dos campos de césped artificial y otros tantos de césped natural, uno de ellos con gradas con capacidad para casi 3.000 espectadores.

Con esta idea y la del Rayo Vallecano el Córdoba se puso en contacto con Ingesa, que será la encargada de elaborar el proyecto técnico y que también intervino en la construcción del fondo sur de El Arcángel. Según fuentes municipales, representantes de la entidad blanquiverde ya han comunicado la idea que mantienen sobre el futuro. Desde el Ayuntamiento se le ha recordado al club la delicadísima situación económica que se atraviesa, tanto en el país como en la ciudad, aunque están abiertos a escuchar al Córdoba y a ayudar en la medida en que sea posible, mientras que el club, por su parte, aseguró que podría buscar un operador que hiciera viable la operación. En todo caso, los interlocutores municipales explicaron a los blanquiverdes que se tendría que estudiar la ubicación de la futura instalación siempre y cuando ese operador estuviera dispuesto a una inversión que, en todo caso, sería muy fuerte, sin descartar ninguna zona de la ciudad, incluida la de El Arenal. Las instalaciones deportivas abarcarían unos 70.000 metros cuadrados, ya que no incluirían residencias y el resto de la infraestructura llegaría hasta los 300.000 metros cuadrados. El Ayuntamiento tomó nota de la intención del Córdoba y le emplazó a la búsqueda de ese operador o inversor que haga viable la operación, algo muy complicado en las actuales circunstancias económicas. Pero el Córdoba sigue intentando lograr una infraestructura digna.