Habitualmente se suele decir que las ligas se ganan y pierden en la confección de las plantillas, de alguna manera número y calidad de efectivos validan la eficacia de los proyectos.

Es, en este momento, cuando hay que decidir qué número de jugadores es suficiente para afrontar con posibilidades de éxito la temporada (la palabra garantía ya sabéis que la asocio más bien al funcionamiento de los electrodomésticos).

Muchos optan por tener plantillas amplias completando todas las fichas con profesionales. Parece que firmar un número elevado te blinda ante la dificultad y háganme caso, en verano, la duda es el mayor enemigo de la planificación. Otros optan por reducir el número de profesionales o reconocidos dentro de la categoría, aderezándolos con jóvenes de la cantera, meritorios de categorías inferiores o apuestas exóticas. Es evidente que si el peritaje de estos jugadores es inteligente y adecuado, no se perderá capacidad para competir y se ganará salud en el vestuario. Aunque si no hay acierto la fórmula tampoco es perfecta.

Yo, particularmente, no creo en una plantilla ni larga ni corta, creo en una plantilla adecuada, esto es, la que tiene un tanto por ciento muy elevado de "jugadores útiles", de rendimiento, compensados y con la polivalencia necesaria para dotar de argumentos al entrenador. Para ello tenemos ejemplos a lo largo de la historia de todo tipo, pero para no irnos muy lejos voy a detenerme en dos. La temporada pasada, el Athletic de Bilbao era un equipo dinámico, solvente y que consiguió un rendimiento excelente. Este año, aunque es pronto, se le atrancan casi todos los partidos y ha perdido esa armonía. Sigue teniendo a casi los mismos jugadores pero no es menos cierto que su exposición a la competición está siendo más continua y el desgaste resta prestaciones, por tanto han pasado de una plantilla adecuada a una corta, influenciado sin duda por la singularidad en la elección de jugadores.

El segundo es el Sevilla, que con un número elevado de jugadores y tras años de éxito, anduvo alguna campaña sin contentar en ninguna competición. Desde la pasada ha aumentado el número de "jugadores útiles" y está afrontando con rotundidad todas las competiciones, hasta ahora.

Por tanto, la mejor proporción para que la plantilla no sea corta o larga, sino adecuada, es que haya una gran mayoría de "jugadores útiles".