Como siempre, un partido especial.

Sí, siempre es especial. Cuando comienza la Liga, los jugadores marcamos siempre un partido en el calendario y éste lo marco yo, aunque es más significativo en El Arcángel que aquí, porque el Córdoba es el equipo que más me ha dado, su afición, la ciudad y donde mejor me he sentido.

¿Qué le parece el Córdoba?

Es un equipo que en teoría ha planteado su temporada para estar con los mejores, pero que ha entrado en una mala dinámica, de ahí que haya llegado Carrión, con el que intentará engancharse de nuevo a la parte de arriba. Espero que reaccione y que con el tiempo pueda cambiar hasta lograr su objetivo.

¿Difiere el planteamiento con el cambio de técnico?

Un poco sí que cambia. Natxo (González) estudia cada partido de siempre y supongo que meterá matices. Sabíamos cómo era el Córdoba de Oltra y viendo el partido de Copa del miércoles hay algunas diferencias. Imagino que el míster recopilará la máxima información posible de este nuevo Córdoba y sus matices que puedan determinar algunos cambios para el domingo.

¿El objetivo de ustedes sigue siendo el mismo?

Aún estamos en la fase de lograr los 50 puntos y luego, Dios dirá. Cuando llegó el Levante aquí estábamos casi a la par en la clasificación. Nos ganaron y nos pusieron los pies en el suelo. Ahora estamos en 24 puntos, porque también tuvimos nuestra racha mala como la del Córdoba, aunque la nuestra fue de tres derrotas consecutivas. Porque en Segunda, cuando entras en la dinámica mala, cuesta mucho salir luego. Por lo tanto, mejor no ilusionarse mucho.

Se ha hecho fijo para su entrenador.

No me puedo quejar. Natxo apostó por mí desde que llegué y estoy jugando casi siempre. Intentamos tener el balón y ser protagonistas, pero cuando no lo tenemos tenemos que apretar todos.

Una virtud y un defecto de este Córdoba.

La virtud, que cuando coinciden en el campo futbolistas ofensivos como Pedro Ríos, Juli, Alfaro, Rodri, Bergdich o Donoso, como estén bien, son capaces de desnivelar el partido por ellos mismos. El defecto o el pequeño inconveniente que yo le veo es que encaja goles que son demasiado evitables bastantes de ellos. Y eso le lastra, porque con las derrotas se pierde confianza.

Al contrario que el Reus, que encaja muy poco.

Nosotros intentamos jugar. Atacar. No somos un equipo de montar el autobús en la parte de atrás, pero sí dejó claro el míster que si no defendemos todos lo pasaremos mal. El entrenador lo dejó claro desde el principio, que el que no trabajara no tenía cabida en el equipo. Los nuevos se han adaptado y el equipo es bastante sólido atrás. Es nuestro secreto, entre comillas.

¿Cómo será el partido del domingo?

Será difícil, porque ellos vienen de ganar al Málaga, con ilusión, con el cambio de entrenador intentarán dar un plus ante Carrión. Nosotros estamos en un buen momento. Creo que será un partido de alternancias en el dominio y el que maneje mejor las ocasiones que genere en esos momentos, sean muchas o pocas, se llevará los tres puntos. Pero seguro que será un partido muy nivelado.

Un deseo para los dos equipos a final de año.

Que los dos cumplan sus objetivos. Al Córdoba le deseo lo mejor y que salga de esta dinámica.

Cuando termine esta temporada, ¿qué?

Después, no sé. Estoy bien. Si este año continúa así, me gustaría continuar. No sé si aquí, que me tratan y me acogieron fenomenal. Si no, ya cogeremos las maletas (ríe). Al menos un año más de guerra puedo dar.