La plantilla del Lucena advierte de que podría no concurrir al próximo partido de Liga y apunta al presidente, Eduardo Bouzón, y a su mano derecha, el director deportivo, Javier Martí, como responsables de la grave situación económica que está padeciendo por el impago de tres mensualidades en la mayoría de los casos y de cuatro en casos puntuales. Y todo ello, cuando los haberes se han reducido drásticamente esta campaña y no reciben ayudas para el alquiler de los pisos.

Esta mañana han emitido un comunicado que constaba de seis puntos, en los que se denunciaba entre otras cosas que “hay 3 jugadores de esta plantilla, cuyo último mes cobrado corresponde al mes de octubre” y que “al resto de la plantilla el último mes del que se encuentran al corriente es noviembre”, entre otras deficiencias.

Las esperanzas de Bouzón y Martí pasan inexcusablemente por recibir las subvenciones comprometidas por el Ayuntamiento de Lucena y la Diputación de Córdoba para ponerse al día con la plantilla y el cuerpo técnico, por cuanto no están dispuestos a poner más dinero de su bolsillo, si bien hace tiempo que no hacen acto de presencia en la ciudad.

El capitán del conjunto lucentinista, Antonio Sarmiento, admite que la grave situación económica que padece la entidad no es de ahora, por cuanto “antes de Navidad pasó algo parecido, pero realmente no se ha solucionado nada" desde entonces.