Cuando no se consiguen los objetivos el sufrimiento de los fieles suele ser tan fuerte que en vez de superarlo, tan solo aprenden a soportarlo. El éxito (ascenso a Primera) mal asimilado pudo ser deformante, nos pudo hacer peores, posiblemente nos ayudó a enamorarnos excesivamente de nosotros mismos, sin darnos cuenta de que el tiempo pasó y no dimos un paso ni al frente ni firme; el fracaso (descenso a Segunda) puede ser formativo, puede servir para ser más coherentes, más nobles y más responsables. Una vez se ha consumado el descenso, el Córdoba comienza a trabajar sobre un nuevo proyecto de ascenso a Primera.

En la planificación deportiva de un club hay dos factores que serán determinantes a lo largo de la temporada: La incorporación del nuevo entrenador (no puede haber margen de error), y la composición de la plantilla (mínimo margen de error).

¿Se firma a un entrenador con experiencia que garantice resultados inmediatos aunque ofrezca peor fútbol?, ¿se firma un entrenador con menos experiencia que garantice buen fútbol pero con más dudas en la exigencia de resultados?, ¿se compone una plantilla de acuerdo con la filosofía de juego del nuevo entrenador?, ¿el club confecciona la plantilla para que el nuevo entrenador saque lo mejor de ella? Conocí a un entrenador que tenía tanto miedo a perder (él mismo reconocía que era cobarde), que obligaba a sus jugadores a presionar en área rival con el objetivo de tener el balón lejos de su portería. Terminó siendo un héroe.

¿Granada -- Córdoba? Lo más importante es el futuro del club. Presidente, asesores, jefe prensa, etc. deben saber que será muy importante el mensaje que se proyecte desde el club al exterior. No estaría mal inyectar un chute de acercamiento a la familia cordobesista, para evolucionar en imagen, confianza, acercamiento, credibilidad, etc. Para que el cordobesismo crea, confíe, llore, ría, y consigan estar unidos para luchar con el fantasma que se acerca.