Cuarto concierto de la temporada de abono de la Orquesta de Córdoba

Director: Lorenzo Ramos

Programa: Obras de Haydn y Brahms

Dos sinfonías de muy distinto carácter sonaron en el cuarto concierto de abono de la Orquesta de Córdoba: de Haydn pudimos escuchar la Sinfonía nº 101, Hob I/101, en Re mayor, El reloj , una obra que ha quedado determinada por su segundo movimiento, pero que oculta bajo el pintoresco velo del tic-tac una sutil construcción y una genial orquestación, en tanto que de Brahms iniciamos la integral de sus sinfonías con la monumental primera.

De cómo afrontar el clasicismo con una orquesta como la de Córdoba nos ha ofrecido ya varios ejemplos nuestro director: no muy distante queda la excelente versión de La Creación que nos ofreció en la temporada pasada en la que supo mantener un loable equilibrio entre las tendencias interpretativas de los últimos cuarenta años de una forma solvente. El Haydn que sonó el jueves fue coherente con esta línea, aunque también es cierto que lo hizo de forma más distante, en una interpretación algo más plana que en otras ocasiones.

La Orquesta de Córdoba nos regaló un sonido limpio y terso en todas sus secciones ---con una cuerda sedosa o en ebullición según requiriese el momento---, empastado y disciplinado. La formación aumentó su tamaño para afrontar la segunda obra del programa: la Sinfonía nº 1, Op.68, en Do menor de Brahms, que arrancó con un tono similar a la de Haydn, pero con diferente resultado: un buen sonido y una dirección clara consiguió algunos momentos notables, especialmente en el Andante sostenuto , aunque el romanticismo de la obra parecía demandar una interpretación más implicada e intensa.

Al llegar al cuarto movimiento --el más largo, complejo y rico de la sinfonía--, que dibuja un abrupto camino plagado de picos de tensión y remansos en los que recuperar el aliento y la capacidad de asombro, el apresurado tempo imprimido --y mantenido con escasas alteraciones-- y un fraseo más atento a la premura que a la articulación, hurtaron una lectura más profunda de una partitura densa y emocionante.