El poeta y Premio Cervantes Antonio Gamoneda habló ayer de su amistad, «admiración y empatía» hacia el poeta Manuel Álvarez Ortega en la clausura del ciclo dedicado a este escritor cordobés, organizado por la Cátedra Góngora y la fundación que lleva su nombre, y que se ha venido celebrando en la Casa Góngora. Durante su intervención, Gamoneda reconoció que ambos se sitúan «dentro del mismo espacio poético» y «Manuel es uno de los más grandes poetas de la segunda mitad del siglo XX». «A pesar de las pocas y breves relaciones personales que tuvimos, fueron muy significativas y siempre mostramos un reconocimiento recíproco», continuó Gamoneda, que recordó algunas anécdotas de su relación, entre ellas su primer encuentro con él en 1973, cuando el escritor asturleonés dirigía la colección Provincia, donde publicó los versos del cordobés.

En cuanto a la explicación de por qué Álvarez Ortega ha sido un «gran olvidado», el Premio Cervantes señaló que él «no era de esos poetas que querían acrecentar su nombre y su renombre en busca de lucimiento, sino que él practicaba la soledad, por lo que era desatendido, y no por falta de méritos».

Por otro lado, Gamoneda destacó que su poesía es «la perfecta y muy intensa correspondencia del lenguaje poético con la propia vida», un rasgo sustancial al que une el hecho de que, en unos años en los que prevalecía la poesía de signo realista, «Álvarez Ortega en ningún caso representa esa tendencia ni se aproxima a ella, por lo tanto era un gran solitario». La charla estuvo acompañada en todo momento por los versos de Álvarez Ortega, que Gamoneda recitó a lo largo de su intervención. H