El Museo Arqueológico finaliza los actos de la celebración de su 150 aniversario con la exposición temporal del conjunto escultórico La Anunciación, compuesto por dos piezas destacadas que forman parte de los primeros grupos de obras ingresadas en este museo. De autor anónimo, el grupo representa el momento en que el Arcángel Gabriel se aparece a la Virgen María para anunciarle su maternidad.

El delegado de Cultura, Turismo y Deporte, Francisco Alcalde, inauguró ayer esta muestra, que podrá visitarse hasta el 1 de abril del 2018, junto a la directora del museo, María Dolores Baena. Según indicó Alcalde, las referencias sobre su procedencia nos trasladan al Hospital de la Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo, que en el siglo XV estaba en la calle Carnicerías (actual calle Alfaros). En la capilla de este hospital tenía su sede la Cofradía de Nuestra Señora de la Encarnación, que se trasladó en 1720 a la Ermita de Nuestra Señora de la Encarnación y Santo Cristo de la Salvación, en la parte baja de la Cuesta del Bailío. Tras la demolición de la ermita, estas esculturas, que posiblemente ocuparan la sobreportada, ingresaron en 1866, por voluntad expresa del alcalde Miguel García Lovera, en el entonces incipiente Museo Arqueológico.

Estuvieron expuestas en el Hospital de la Caridad, compartiendo espacio con el Museo de Bellas Artes. Después, cuando el Museo Arqueológico de Córdoba se instaló en el Palacio de los Páez de Castillejo, en torno a 1959, pasaron a ocupar una de sus salas. La calidad escultórica de este grupo, originariamente policromado, debe corresponder a una obra encargada expresamente a un escultor reconocido y de prestigio, previsiblemente asentado en la ciudad de Córdoba. Las noticias de los talleres de pintura y escultura cordobeses del último cuarto del siglo XV son escasas y muy fragmentarias, con artistas como el pintor Pedro de Córdoba y los escultores Juan de Córdoba y Guillermo Alemán, con quienes también se han establecido filiaciones o atribuciones. Por otro lado, la exposición de este grupo escultórico se debe al trabajo de restauración llevado a cabo por los profesionales del museo, así como el de investigación, una de las funciones fundamentales del centro de arte, que ha dado luz al origen de estas dos importantes piezas.