Para algunos, el regreso literario al mundo rural se presenta como una oportunidad, una moda, una forma de viaje cultural. Pero en la obra de López Andrada ese viaje es tremendamente sincero, emocional y humano. El autor no es un hombre que vuelve al campo por intereses editoriales. Él nunca lo ha abandonado: ahora en la ciudad este escritor es un exiliado del mundo rural, un elemento más de esa naturaleza nutricia arrancado de un hábitat que ansía y lleva siempre en el corazón. Porque el autor sabe que debajo del asfalto está la tierra, y, en lo hondo de los parques, trinan los jilgueros o saltan los mirlos. Aquí, en este libro, López Andrada bucea en sus recuerdos de la infancia y vive la naturaleza desde dentro, como uno más de aquellos pastores con los que vivió: «Aprendí a entender la voz del arco iris sobre los olmos después de la tormenta» (pág. 33), o «yo conocí en otro tiempo, no lo olvido, la lengua del frío soplando entre mis párpados cuando marchaba camino del colegio» (pág. 99). El autor siente en sus venas esa naturaleza indómita hoy día, en tiempos de crisis y hastío urbanita, haciendo oír su voz en el rumor de los chopos o en el óxido crepuscular de los cielos de su infancia. Para él la vuelta a la naturaleza es un regreso a sus orígenes, a un paraíso perdido cuya evocación lo trasciende en una naturaleza que es divina: «La fe del pastor era entonces como un árbol ramificando la esencia de su espíritu en la tierra y el cielo, en la luz y la oscuridad» (pág. 42). Naturaleza divina como la de los clásicos grecolatinos y el Renacimiento, y que en la portentosa voz de López Andrada resurge plena de humanismo, garantía de valores totalmente contrapuestos a los de la sociedad urbana actual, que oprime al individuo con el consumismo y el egoísmo más feroces.

Pocos libros hay tan hondos y auténticos como este, Los años de la niebla. Los últimos pastores, perteneciente a la trilogía del mundo rural, que Alejandro López Andrada acaba de publicar en la editorial Almuzara. Durante los últimos treinta años el autor vallesano (Villanueva del Duque, 1957) ha publicado poemarios portentosos, El valle de los tristes (1985), Códice de la melancolía (1989), La tumba del arco iris (1994), Los pájaros del frío (2000), La tierra en sombra (2008), Las voces derrotadas (2011), que le han valido los más prestigiosos premios literarios: el Hispanoamericano de poesía Rafael Alberti, Nacional de poesía José Hierro, premio Andalucía de la Crítica, el Ciudad de Salamanca, el Fray Luis de León, etc...

Recientemente, Hiperión ha editado una antología poética de López Andrada, seleccionada y prologada por Antonio Colinas. En prosa ha publicado ensayos, recopilaciones de artículos y más de 15 novelas, entre ellas el Libro de las aguas (2007), adaptada al cine por Giménez-Rico, o la más reciente, Los perros de la eternidad, Premio Jaén de Novela 2016. En todos sus libros la palabra de López Andrada conecta directamente con la emoción del lector e ilumina la evocación de aquel mundo perdido que solo puede describir con honda sinceridad y conocimiento quien se reconoce como «el último hombre que habla con los pájaros». Resplandece en su prosa el compromiso ético y una estética de sinestesias que dibujan aquella España deshilachada que abocaba a los pastores a la fatiga y el remiendo, a la pobreza y la miseria que, a pesar de sus dentelladas, no podía devastar la ilusión de unas personas metamorfoseadas con la naturaleza y por ello trascendidas.

Los años de la niebla. Los últimos pastores respira humanismo. Es como un relámpago de luz que baña de dignidad a los pastores, el frío y las encinas, los chozos en mitad de la sierra, los pájaros y las plantas.

El libro es una hermosa elegía por un mundo rural ya desaparecido, el dolor por la infancia pura, ya perdida, el hambre y la dureza de aquellos inviernos de escarcha y bruma. Frente a ello, la naturaleza se yergue como un refugio auténtico y sereno, que trasciende al hombre en comunión lírica con el paisaje. López Andrada nos envuelve en una prosa poética de un lirismo estremecedor que nos permite oler, mientras leemos, la candela de los pastores, la lana recién cortada en el esquilo, el miedo al lobo en la espesura de la sierra, la tierra mojada por la lluvia y la inclemencia de la escarcha. Hombres y mujeres que, en medio de la madre naturaleza, viven la injusticia con humildad, sin rencor.

‘Los años de la niebla (Los últimos pastores)’. Autor: Alejandro López Andrada. Editorial: Almuzara. Córdoba, 2018.