Los almacenes centrales de Cáritas en Lucena han sufrido un robo. Estas dependencias se encuentran situadas en las instalaciones de la empresa Maderas Burguillos, en la carretera de Cabra, firma que las cede gratuitamente a Cáritas. Los productos robados pueden ascender a una tonelada, si bien aún no se ha cuantificado con exactitud la cantidad sustraída.

Artículos como arroz, tomate frito, galletas, leche y otros de primera necesidad son algunos de los que Cáritas recibe del Banco de Alimentos de Córdoba en sus envíos trimestrales. Precisamente hace pocos días ha llegado un doble suministro de dicha entidad, unas 55 toneladas, del que una parte ya ha sido distribuido entre las distintas Cáritas y ahora quedaba por repartir el que se encontraba en la mencionada nave de Maderas Burguillos, que ya ha padecido cuatro robos en los últimos 40 días.

Los presuntos ladrones han forzado una de las puertas de una nave, tras lo cual se han internado en ella y han procedido a la sustracción de una parte de los alimentos que se encontraban almacenados y preparados para su distribución.

En los anteriores robos, los intrusos se llevaron diferente material de la empresa, si bien ahora esta actuación solo ha afectado a los productos de Cáritas, aunque se han causado también algunos destrozos. Según informaba el propietario de las instalaciones, Francisco Burguillos, a primera hora de la mañana de ayer la Guardia Civil se interesó por los hechos acaecidos, que han causado un verdadero estupor en la localidad. Asimismo, responsables de Cáritas y el párroco de Santo Domingo, Leopoldo Rivero, se desplazaron al lugar para evaluar los daños y la dimensión de los productos sustraídos.

Este robo ha conmocionado a la sociedad lucentina, que reconoce la ingente y altruista labor que realiza Cáritas. Hay que tener en cuenta que el crecimiento del paro hace que cada día nuevas familias pasen a engrosar la bolsa de pobreza, que se ha multiplicado por diez en los cuatro últimos años. La responsable de Cáritas de San Mateo, Araceli Moreno, informaba hace días de que las necesidades no paran de crecer, mientras que los recursos son cada vez más limitados. Así, se reduce el número de personas y empresas colaboradoras que, al ser igualmente afectados por la crisis, no pueden mantener el mismo nivel de aportaciones que hace unos años. Cáritas ha realizado a finales de julio el último de sus repartos quincenales de esta temporada, ya que permanecerá cerrada durante todo el mes de agosto. En el 2007 eran unas cuarenta las familias que retiraban habitualmente alimentos y ahora sobrepasan las quinientas.