El alcalde de Baena, Jesús Rojano, ha visitado las obras de la segunda fase del Castillo de Baena, que prevé que estén finalizadas este verano. Mientras tanto, en el Ayuntamiento están estudiando las posibilidades de uso una vez esté abierto a visitantes, que será aproximadamente en marzo del próximo año. La intervención en la fortaleza se ha llevado a cabo en varias fases. El origen de las actuaciones tuvo lugar con la demolición de los depósitos de agua en 2005, algo que fue posible tras el traslado a la carretera CV-327, antigua carretera de Doña Mencía. Sin embargo, el primer gran proyecto de intervención, con una inversión de más de un 1,5 millones de euros, tuvo lugar con la limpieza y consolidación de las estructuras y restos arqueológicos.

Esta intervención dio paso a la segunda fase, que sí se ha enfocado a la recuperación de los volúmenes y puesta en valor de los restos arqueológicos. El presupuesto de esta segunda actuación es de 2,5 millones de euros, pero como indica Manuel Albendín, arquitecto municipal, que ha visitado las obras junto al alcalde, Jesús Rojano, "si se calcula la previsión total desde el año 2005, con todas las actuaciones del plan de empleo, la inversión realizada se aproxima a los 6 millones de euros".

Según apunta Albendín, la segunda fase del Castillo terminará con los volúmenes y la intervención arqueológica en el patio de armas y colindantes, así como con la limpieza de murallas y zonas vecinales de la calle Tela y otros lugares en los que se encuentran restos de murallas ligadas al Castillo. Además, todavía queda pendiente la actuación en los revestimientos interiores de la Torre de las Arqueras y el espacio de acceso desde la plaza Palacio, que se convertirá en un espacio de recepción.