Los afectados por la quiebra de la empresa toledana Parquijote, que promueve en Cabra el edificio Ancla Siglo XXI, van a proponer al juzgado que estos inmuebles queden fuera de los bienes a embargar a la promotora, según acordaron en una reunión celebrada ayer noche en la que estuvieron asesorados por sus abogados. Para ello deberán presentar los justificantes de pago de los pisos y casas y los correspondientes contratos de compra venta, al no estar inscritas las viviendas en el registro de la propiedad.

Un portavoz de los compradores ha señalado a este diario que "lo que queremos es que el juzgado nos saque de la quiebra" y que con esta medida "se nos abre una posibilidad" de poder recuperar las inversiones. Se da la circunstancia de que algunas personas habían vendido su vivienda para adquirir otra en El Ancla, viéndose ahora en la situación de tener que vivir de alquiler mientras se resuelve el problema.

AMPLIAR PRESTAMOS

Esta misma fuente también ha indicado que la entidad financiera Cajasur está dispuesta a ampliar las hipotecas y los periodos de pago de los préstamos tras haber mantenido varias reuniones.

En lo relativo a las obras, éstas siguen paralizadas por orden judicial cuando ya faltaba poco para su finalización, después de varios años de trabajo. La medida que tomó el juzgado también implicó que los compradores tuvieran que entregar las llaves de las viviendas.

Como se recordará, la titular del juzgado número dos de Cabra admitió a trámite la quiebra de la firma manchega el 29 de noviembre del 2002, a instancias del constructor, Cecilio Sánchez, a raíz de la deuda contraída por la primera con éste. La jueza fijó el 5 de diciembre como fecha de la ocupación de todos los bienes de la quebrada, entre ellos esta promoción que se compone de 79 pisos y 24 viviendas unifamiliares y que se levanta frente al céntrico parque Alcántara Romero de la localidad egrabrense. Esta actuación se llevó a cabo ese mismo día entre las protestas de los inversores.

INVERSION DE LUJO

El precio de los inmuebles, promovidos como de lujo, oscila entre los 126.000 y los 108.000 euros y un representante legal de la firma manchega reconoció en su día que había cobrado en concepto de anticipos una cantidad que rondaba los 546.000 euros.