La situación de muchas familias lucentinas es angustiosa. Han agotado las ayudas y no pueden pagar lo más urgente: alquiler, luz y agua. El paro no baja apenas y llegar a fin de mes es poco menos que imposible. Por ello, es urgente que por parte de las distintas administraciones se redoblen esfuerzos para ayudar a estas familias, pero sobre todo hay que articular medidas para relanzar la economía y crear empleo. Un trabajo es lo que necesitan para salir adelante.