Las distinta fincas públicas que la Junta de Andalucía tiene en la provincia de Córdoba generarán este año unos 200.000 kilos de corcho, según ha informado el delegado territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Francisco de Paula Algar, que ha visitado los trabajos de descorche que se están realizando en los montes públicos de la Junta de Andalucía, concretamente los ubicados en el término municipal de Villanueva del Rey. Esta actividad, según la misma fuente, generará en la provincia unas 1.400 jornadas de trabajo directo.

En el mes de junio comenzaron los trabajos relacionados con el aprovechamiento de corcho en los montes públicos de los términos municipales de Villaviciosa de Córdoba, Villanueva del Rey y Espiel, en los montes públicos de Cabeza Aguda, Monteras y Caballeras respectivamente.

Algar informó que «estos trabajos han sido adjudicados a empresas que cuentan con especialistas en la saca del corcho, los denominados corcheros, así como los que cuentan con arrieros de los pueblos cercanos». El responsable de Medio Ambiente señaló que «el corcho es un producto escaso en el mundo y muy cotizado, siendo Andalucía la primera productora nacional». En concreto, recalcó que «el corcho producido en Sierra Morena es de excelente calidad». El destino principal del corcho sigue siendo el tapón para vinos y similares, aunque en la actualidad es demandado para otros usos, tales como aislante y elemento para la fabricación de múltiples objetos.

El delegado subrayó que «el aprovechamiento del corcho es tradicional intensivo de mano de obra, el cual se puede compatibilizar con el resto de aprovechamientos de los montes públicos, ayudando a la fijación de la población al territorio, e igualmente compaginándolo con un desarrollo sostenible de la zona, cuidando y mirando siempre por los valores medioambientales de nuestros montes.-

La saca del corcho se realiza en un periodo concreto del año que va desde primeros de junio hasta mediados de agosto, momento en el que el corcho se puede separar del alcornoque sin dañar el árbol.

Para ello, el corcho ha tenido que experimentar un crecimiento de entre 9 y 10 años para que el grosor del mismo genere un calibre que permita su comercialización. Es un trabajo muy especializado, llevado a cabo solamente por profesionales en la materia con muchos años de experiencia.

Algar ha afirmado que «la saca del corcho es una de las pocas actividades en las que aún se usa la tradicional arriería, un trabajo duro en el que el hombre une sus esfuerzos con los animales para sacar las panas de corcho del interior del monte».