Las altas temperaturas y la sequía de este verano están teniendo un impacto muy negativo sobre la amplia superficie ajardinada de Lucena, que cuenta son 340.000 metros cuadrados. El concejal delegado de esta área, Miguel Villa (IU), ha informado que ante esta situación resulta muy difícil atender las necesidades de las zonas verdes, dado que se cuenta con 100.000 metros cuadrados de césped y zonas ajardinadas, que precisan de un riego bastante frecuente. Los rigores estivales se hacen patentes en zonas como las grandes rotondas de la Avenida de la Guardia Civil, el Oeste-1 y otras.

Además, con este motivo, se está evidenciando la inexistencia de pozos suficientes para el riego y la no utilización, por ejemplo, de las aguas residuales para ello, como se viene haciendo en otros municipios, en los que se ha avanzado en materia de reciclaje hídrico. Cuando se construyó el plan residencial Oeste-1 sí se contempló la captación de agua de pozos para el riego y se realizó alguna prospección, si bien el vandalismo se cebó con estas infraestructuras y hubo que reponer de forma reiterada algunos de sus elementos, con los cuantiosos costes que supuso. El agua de estos pozos del Oeste-1 no es suficiente para abastecer el consumo de las zonas ajardinadas de una zona en la que ya en su momento se dijo que había excesivas plantaciones de césped que resultarían a la larga claramente incompatibles con la falta de lluvias del verano. Tal abundancia de zonas verdes obliga a la utilización de agua potable para sus riegos y algunos expertos consideran que lo lógico sería sustituir en parte el césped por otras plantas que precisen de un menor aporte hídrico.