Una actuación conjunta entre la Policía Local y la Guardia Civil consiguió el domingo, 6 de julio, que las familias procedentes de la vecina localidad de Estepa, cuyas casas fueron asaltadas y quemadas por un grupo de vecinos, desalojaran pacíficamente una vivienda en calle Nueva de Puente Genil que había sido ocupada ilegalmente.

La explanada situada frente a este domicilio estuvo ocupada durante todo el sábado y domingo por furgonetas de las familias asaltantes, generando incertidumbre entre los vecinos de la barriada de Miragenil.

Tanto Policía Local como Guardia Civil habían detectado que en el domingo estas familias, conocidas como el clan de Los chorizos , habían conseguido entrar en una casa de la citada calle, tras violentar la puerta de acceso, y que estaban introduciendo en la misma enseres que habían sido transportados en varias furgonetas.

Ante estos hechos, que crearon cierta alarma social en el vecindario, el alcalde, Esteban Morales, puso en conocimiento de la Subdelegación del Gobierno esta situación, montándose a primera hora de la tarde un dispositivo policial para impedir que las familias se instalaran definitivamente en el domicilio ocupado, abandonándolo voluntariamente sobre las cinco de esa misma tarde.

También llegaron a ocupar una segunda casa, en la calle Almonas, número 1 (junto a uno de los laterales de la cooperativa de Miragenil), vivienda que precintó la Policía Local.

Según las fuentes consultadas, se trató de dos familias del mismo clan, en total entre 18 y 20 personas las que lograron introducirse a las viviendas.

Posteriormente, operarios de los servicios municipales procedieron a soldar puertas y ventanas de la casa, propiedad de una financiera, para evitar nuevas ocupaciones, desconectando también un enganche que habían realizado ilegalmente, y que les suministraba energía eléctrica. El alcalde, que estuvo presente en el desalojo de las familias, felicitó a los agentes de la Policía Local y Guardia Civil por su rápida y eficaz actuación.

Desde ayer están detenidos tres miembros de este clan, interceptados en una operación desarrollada apenas 24 horas después de la ola de violencia que se desató en esa localidad precisamente por la serie de robos de la que son sospechosos. En el momento de su detención procedían, precisamente, de Puente Genil, que había sido su primer destino tras salir de Estepa.