Vecinos de Lucena han denunciado a este periódico el grave peligro que existe en el trazado de la vereda de Castro, dado que no hay protección de la misma en el arcén que da al arroyo y los vehículos pueden caer al cauce de esta corriente fluvial.

Los vecinos destacan que en algún tramo hay hasta cuatro metros de profundidad, por lo que se hace urgente la instalación de algún tipo de medida de protección, dada la estrechez de esta calzada, que provoca situaciones complicadas cuando se cruzan dos vehículos.

La vereda de Castro es una zona de acceso a importantes áreas de olivar, frecuentada a diario por numerosos tractores y otros vehículos agrícolas, y por ello es urgente tomar alguna medida.

El pasado día 10 de julio se entregaron al Ayuntamiento de Lucena las obras realizadas por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en este enclave. Tales obras han supuesto una inversión de casi 242.000 euros y gracias a las mismas se pudo restaurar una calzada castigada en los últimos años por las lluvias y que se estaba desgranando. También se ha mejorado el cauce del arroyo, tristemente famoso por la intensidad de sus inundaciones, que han provocado cuantiosos daños en la zona.

Los agricultores y vecinos de dicho enclave aseguran que en la entrega de estas obras se puso de manifiesto la necesidad de instalar una bionda o valla protectora en la vereda, aunque esta actuación, que aseguran compete igualmente a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, no termina de ejecutarse. Los vecinos temen que con el inicio de la campaña del verdeo de la aceituna haya que lamentarse de cualquier accidente grave en este lugar.