Alrededor de 120 personas, la inmensa mayoría comerciantes con sus negocios ubicados en la zona centro de Pozoblanco, acudieron ayer al Ayuntamiento para concentrarse primero y pasar, a continuación, al registro de entrada del Consistorio para entregar escritos de rechazo a la peatonalización de la calle Mayor. Los comerciantes cerraron sus establecimientos entre las 13.00 y las 14.00 horas, antes de acudir al Ayuntamiento, y anunciaron que repetirán la misma acción cada uno de los días de esta semana, mientras que el lunes próximo protagonizarán una manifestación antes del pleno municipal.

Los concentrados, entre los que también se encontraban trabajadores de los negocios y ciudadanos, fueron haciendo cola hasta el registro de entrada y uno a uno entregaron los escritos al alcalde. Las funcionarias fueron sellando los documentos y entregando copias a los asistentes.

La portavoz del colectivo de empresarios afectados por el corte al tráfico de la calle Mayor con negocios en las calles próximas a ésta, Laura García, mostró su satisfacción ante la masiva asistencia y reiteró los momentos difíciles en los que se encuentra el comercio local "y la bajada de ventas que los comercios estamos notando".

El portavoz de la plataforma Calle Mayor, Antonio Molina, calificó de "injusto e innecesario" el corte al tráfico de la calle Mayor y espera que sea creciente el número de comerciantes que, conforme avancen los días, se vayan concentrando al mediodía en la puerta del Ayuntamiento. Molina volvió a pedir al equipo de gobierno que rectifique y la abra al tráfico.

Al cierre de sus establecimientos se sumaron ayer bares, mesones y restaurantes situados en la calle Mayor y en las aledañas.

Por su parte, el alcalde, Pablo Carrillo, señaló que con la decisión de entregar cada uno de los concentrados un escrito en el registro "están entorpeciendo la labor normal del Ayuntamiento". El alcalde reiteró que "estamos plenamente convencidos de que la medida será beneficiosa para los comercios y para los ciudadanos" y subrayó que desde el 30 de junio, día en el que la calle es peatonal, no ha pasado el tiempo suficiente para valorar el efecto en las ventas. "Desgraciadamente, serán las medidas que está tomando el Gobierno de España las que pueden repercutir negativamente en las ventas de nuestros comerciantes", dijo.