Ayer tuvo lugar en la mezquita Basharat, de Pedro Abad, la fiesta que pone fin al ayuno de los musulmanes, conocido en esta religión como el Ramadán. A este encuentro asistieron misioneros llegados de diferentes puntos de Andalucía, así como de Extremadura. Los miembros de esta comunidad, que llegó a esta localidad a comienzos de los años ochenta, denunciaron ayer las continuas persecuciones que sufren en su país de origen, Pakistán, "donde fundamentalistas islámicos acosan y asesinan a nuestros hermanos", comentaba durante el acto Abdul Razzaq Chaudry, jefe de los ahmadíes en España. Este misionero comenta que los días se han sobrellevado al principio bien, "pero luego ha apretado el calor y ha sido algo más duro". Añade que durante el ayuno musulmán también están obligados a dar limosna a los pobres.

Desde ayer se inicia un periodo de seis días de ayuno voluntario, "con lo que se sumarían 36 días, que corresponden a la proporción de ayuno cada 10 días al año".

La comunidad Ahmadí está presente en más de doscientos países. Razzaq matiza que "durante este mes de Ramadán se lee el Corán en numerosos lugares de España". Ayer, el jefe supremo de esta comunidad dio un discurso que se vio en todo el mundo, con traducción simultánea en ocho idiomas.