Si el viernes, frente a la parcela de la tragedia, fue una jornada de dolor y de incontables versiones atropelladas, ayer era día de guardar silencio.

Hasta los callejeros de Córdoba y el navegador GPS del coche parecían callar sobre la calle de la tragedia sin localizarla. "¿Río Borosa? Pues no sé... ¡Ah!, ¡Donde ayer pasó eso ! Sí, todo recto y, al llegar a la última nave, a la derecha", indica amablemente una vecina de Villarrubia al despistado periodista. Es curioso que se refiera a "eso" para eludir nombrar la muerte de Carmen y Antonio.

Antes de llegar, en un bar de la zona, la animada charla se detiene al preguntar por el suceso y los parroquianos guardan un tenso silencio. Parece que la tragedia ha golpeado a Villarrubia más de lo que parece reconocer el joven camarero. "Sí, por aquí venía alguna vez Antonio, pero hasta que no me han dicho hoy quién era, no le ponía cara ". Y eso que Antonio C.H. era una persona hasta popular en sitios como Posadas, en donde creó una empresa tras ganar en la lotería 65 millones de pesetas hace años.

En el entorno de la amplia parcela, que desde hace algo más de un año ocupaba la pareja, hasta el cuidado muro amarillo preservaba el silencio. Dos agentes en la gran puerta impedían tomar imágenes y, como era de esperar, se remitían a los responsables de la Policía al ser preguntados. Tampoco los vecinos querían dar a conocer sus opiniones.

Al volver, en un segundo bar de Villarrubia, sobre el mostrador se veía un ejemplar de ayer de Diario CORDOBA. Faltaban las páginas en las que se hablaba del suceso. Más silencio.