El Puente Romano no sentirá más neumáticos sobre su lomo, al menos si se cumple la previsión del Ayuntamiento. Desde hoy, esta pasarela milenaria que fue durante siglos el único paso sobre el Guadalquivir, se ha convertido en una zona exclusivamente peatonal. Aunque el puente de San Rafael, inaugurado el 29 de abril de 1953, le descargó de buena parte del tráfico rodado, todavía eran muchos los conductores que decidían circular por la vieja pasarela antes que por el llamado puente Nuevo o el recién estrenado de Miraflores.

El teniente de alcalde de Urbanismo, Andrés Ocaña, que anunció este cierre el pasado jueves, aseguró que "el Puente Romano se cerrará para siempre al tráfico" y señaló que los cordobeses y visitantes dispondrán "de un mirador privilegiado desde el río".

Ocaña explicó que las obras que actualmente ejecuta la Junta de Andalucía en la zona más próxima a la Torre de la Calahorra, que incluye el reforzamiento de los cimientos del puente y otra actuación en la Puerta del Puente, obligaban a cerrar la vieja pasarela.

BRINDIS Y APLAUSOS La esperada peatonalización será celebrada mañana domingo por la Plataforma Carril-Bici. La fiesta será a las 13.00 horas sobre el viejo puente y en ella habrá brindis con cava y un minuto de aplausos. La plataforma recuerda en un comunicado que el 22 de septiembre del 2003, con motivo del Día Europeo sin Coche, esta asociación "llenó el Puente Romano con más de 300 bicicletas para reivindicar una vez más la peatonalización de esta joya". La nota añade que éste "es un gran paso en la consecución de una ciudad más humana y más capital europea".