El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, afirmó ayer que el proceso independentista y el presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, son «como un globo pinchado» que «va cayendo y, en su caída, da muchas vueltas y se golpea con muchas cosas». En declaraciones a los periodistas en Córdoba, donde pronunció una conferencia sobre el futuro de España, Casado se refirió al «nuevo capítulo» del «desafío soberanista totalitario» de Cataluña, en referencia al cese del consejero de Empresa de la Generalitat, Jordi Baiget. El vicesecretario popular ironizó con que este cese se produce tras la calificación de jueces entre afines y «desafines», tras el «etiquetado de funcionarios» y tras el «espionaje de datos fiscales», con lo que el nuevo «capítulo» es, a su juicio, «que ahora inician las purgas de los compañeros de partido». El Gobierno de España, según detalló, va a «esperar a que el globo caiga y, con absoluta moderación, tender la mano a la sociedad catalana», para poder ayudarles en «las cuestiones que les importan», como «la quiebra» de los servicios básicos o «las malas condiciones para crear empleo en relación a otras autonomías».

De otro lado, Casado pidió al PSOE que apoye el techo de gasto propuesto por el Consejo de Ministros «por responsabilidad» hacia los ayuntamientos y administraciones en las que gobiernan, y porque es «fundamental para seguir creciendo». Sin embargo, ironizó con que a Andalucía «han llegado los hombres de negro, que son Pablo Iglesias y Pedro Sánchez», a los que Susana Díaz «tiene que pedir permiso» por si puede votar a favor. «Un techo de gasto que le permitiría como presidenta poder invertir más en sanidad y en educación, pero le han dicho los hombres de negro que no puede tener más inversiones para sus paisanos porque hay que estar en contra de todo lo que diga el PP», lamentó.