Julián Hurtado de Molina (Córdoba, 1956) es desde ayer cronista oficial de la ciudad de Córdoba. La alcaldesa, Isabel Ambrosio, que presidió el acto del nombramiento en la Sala Orive (es la primera vez que se celebra públicamente este nombramiento), destacó que la elección del cronista oficial se hizo por unanimidad de todos los miembros de la Corporación y ha sido apoyada por doce asociaciones cordobesas.

Para Hurtado, es «un honor y una satisfacción», «una responsabilidad y un reto» asumir esta labor, que interpreta como «el broche de oro» a sus muchos años de dedicación a la cultura. Además, defiende la función «de utilidad social y cultural» de un cargo que debiera servir, añade, «para dinamizar y servir de coordinador, asesor o impulsor de la cultura de la ciudad y para la defensa del patrimonio histórico». Por eso no duda en ponerse a disposición de la ciudadanía cordobesa y promete estar presente en tantas iniciativas de carácter cultural y social en las que se le requiera.

«El cronista actual no debe ser un personaje decimonónico. No pretendo ser ese tipo de cronista que representa la quintaesencia del conocimiento y la cultura», apunta.

En su discurso de anoche, la alcaldesa comenzó recordando al antecesor de Hurtado, Miguel Salcedo Hierro, y reivindicando el papel del cronista en la era de internet. «Es más necesario que nunca, porque estamos hablando de quien es capaz de poner en valor lo importante, de quien tiene capacidad para contextualizar, de dar sentido a lo que ocurre, porque todo lo que ocurre en una ciudad, tiene un cómo y un porqué que no encontramos en las redes sociales».

Sobre Julián Hurtado dijo que es un «infatigable trabajador» y «uno de los cordobeses del que casi podríamos decir que tiene el don de la ubicuidad». Así enumeró las múltiples disciplinas a las que dedica su tiempo este abogado ejerciente en las especialidades de Derecho Civil, Tributario y Canónico; abogado del Tribunal de la Rota Española; doctor en Derecho; Master de la Universidad Politécnica de Madrid en Derecho Tributario; miembro del Grupo de Investigación Hisalem de la Universidad de Córdoba; y letrado asesor del Ilustre Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Córdoba. Además ostenta los títulos de agente, corredor de seguros y administrador de fincas y el de diplomado en Práctica Jurídica. Además, el cronista --que también lo es de El Carpio-- atesora una larga carrera de investigación avalada por su condición de doctor en Filosofía y Letras; es académico de la Asociación Arte, Arqueología e Historia de Córdoba, fundador de la Fundación Cristo de las Mercedes y numerario de la Ilustre Sociedad Andaluza de Estudios Histórico Jurídicos, entre otros muchos cargos.