Jorge Hidalgo (Madrid, 1973), el nuevo coordinador de Podemos en Córdoba, dice que aprendió «como reacción a lo que no le gustaba» de sus estudios de Económicas en ETEA, donde «lo más radical que te enseñaban era Keynes». Plantea «políticas rupturistas» porque entiende que al sistema «hay que darle un meneo. Gobernar no es gestionar, es cambiar las instituciones. Si a eso lo quieren llamar radicales o antisistemas, que lo hagan».

-¿Cómo ha llegado a la política?

-Mi familia cordobesa, de Los Pedroches, es de trabajadores que siempre han tenido la idea del oprimido del campo. Y, luego, la transición la vivimos en Madrid, en los tiempos de los barbudos y las coderas. En la Universidad tuve alguna vez la tentación de afiliarme al PCE o a IU, pero al final no lo hice. A Podemos llegué a través del fenómeno de los indignados, del 15-M, a través de gente que hablaba de salir del euro o de impago de deuda, que es lo que siempre había defendido. En Pablo (Iglesias) o Íñigo (Errejón) empecé a escuchar cosas que siempre había dicho la izquierda pero las contaban de otra manera. Así me planté en la primera asamblea de Córdoba y hasta hoy.

-¿Siente que los círculos están perdiendo fuerza?

--Es normal después del boom, y el propio sistema ha hecho muy bien su trabajo, para darle la vuelta a quienes llamaba antisistema metiéndolos dentro del sistema. Para entrar en las instituciones tienes que dedicar muchísimas horas a ello y es difícil conciliar ese trabajo con la calle. También se va normalizando la precariedad y ya vemos normal, por ejemplo, cobrar 600 pavos. Hemos pasado de la resignación a la indignación y nosotros tenemos que impugnar eso.

-¿Habrá influido también la falta de una cabeza visible de su partido durante dos años en Córdoba?

-Aunque en parte la falta de dirección política se ha minimizado con el papel de Teresa Rodríguez, que aglutina sin generar conflicto, es verdad que en lo local ha afectado habernos quedado sin voz. Aunque Ganemos ha asumido algunas cosas, ha faltado decir en ocasiones: «Eso no es Podemos». A veces como partido nos hemos sentido limitados a pronunciarnos sobre el cogobierno municipal. Ahora la dirección política va a ser la voz de Podemos aquí, pero también queremos que sea una coportavocía con los círculos. La gente se cansa de estar en espacios donde no participan o de hablar solo de lo orgánico.

-Me da la sensación de que dan por amortizada la marca de Ganemos o al menos el papel de Podemos dentro de Ganemos.

-El papel de Podemos dentro de Ganemos siempre ha sido complicado. Cuando decidimos no concurrir a las municipales como partido, sino como agrupación de electores, la gente entendió que el pez grande, Podemos, limitaba a la agrupación. Al querer marcar mucho su identidad independiente, creo que Ganemos no ha utilizado el potencial que tiene Podemos. De todos modos, no hemos dado por amortizado nada, porque seguimos hablando de confluencia y ellos son aliados nuestros en la idea del modelo de ciudad. Pero ahora no solo hablamos de Ganemos, porque hay que hablar con muchos colectivos, la Universidad o los empresarios, para ver si somos capaces de plantear un modelo de ciudad que dé respuesta a los que más jodidos están.

-Pero ese trabajo de confluencia no se haría bajo las siglas de Ganemos, ¿no?

-Claro, el espacio debe ser más amplio porque IU no entró. El documento que hemos presentado para la unidad en Andalucía habla de IU como único partido interlocutor. A la coalición Podemos-IU es a la que hay que darle forma.

-Teresa Rodríguez propuso en su documento para la unidad que IU rompiera con el PSOE donde estaba gobernando. ¿Fue aquello una injerencia a la autonomía de IU?

-Nosotros lo vimos como que le dábamos una oportunidad para que lo hiciesen.

-Pero no lo han hecho... ¿cómo valora el trabajo que están haciendo en el Ayuntamiento?

-El problema no es cómo lo están haciendo sino qué imagen llega a la sociedad. Y creo que pasa igual que en el Gobierno de la Junta de Andalucía. Cogobernar en subalternidad con el PSOE, con su entramado y su estructura, siempre sale mal. Te comen y no te dejan hacer política.

-En lo municipal, ¿dónde cree que hay que plantar la batalla?

-España es el país de las burbujas y ahora tenemos la del turismo, que hay que explotar desde lo municipal. Además, IU tiene que partirse la cara con el PSOE en la municipalización de la ayuda a domicilio y debería ser una de las líneas con las que se diga hasta aquí.

-A veces es complicado hacer esas cosas con el marco legal.

-Aunque nos digan que no se puede vamos a intentarlo. Es muy complicado salirte de los marcos, pero si no damos el paso de rebeldía o insumisión... El techo de gasto que hay con la ley Montoro no te permite prácticamente hacer nada, así que el margen de maniobra está, por ejemplo, en los pliegos de contratación del Ayuntamiento. Al final es cambiar los modelos establecidos.

-Eso se supone que se ha hecho. Cambiar las cláusulas para primar por ejemplo a la economía social.

-Sí pero Florentino sigue copando la mayoría de esos espacios. A lo mejor el camino es ese, ya que remunicipalizar todos los servicios tiene muchos condicionantes. Los ayuntamientos se han convertido en gestores de empresas, que contratan multinacionales que se llevan las plusvalías fuera de Córdoba. Habría que obligar a estas empresas a dejar un porcentaje de beneficio en la tierra.

-¿La estrategia andaluza de Podemos no choca con las reuniones esta semana de Pablo Iglesias y Pedro Sánchez?

-Yo creo que no. Pablo nunca ha dicho que vayamos a gobernar en subalternidad con el PSOE. Si Ganemos hubiese entrado a cogobernar se hubiese salido de la línea política que marca Podemos Andalucía.

-Lo que le ha pasado al concejal de Priego, ¿ya lo han arreglado?

-Le hemos aclarado la situación, otra cosa es que allí quieran entenderla. Si no tenemos unas líneas básicas para enfrentarnos a Susana Díaz, aquí nos quedamos igual o peor, con un Gobierno del PP.