Desde muy joven supo adivinar en las nuevas tecnologías la semilla de futuro que encerraban, y aún hoy Javier Rodríguez Zapatero anuncia que está casi todo por descubrir en este campo. Optimista por naturaleza, el director general de Google en España, Portugal, Turquía y Oriente Medio cree que la sociedad digital que se avecina "será una sociedad mejor". "Ese convencimiento es lo que me mueve", confiesa este economista de 45 años que asegura sentirse "cordobés por los cuatro costados".

--Con su experiencia y su posición le tendrá completamente cogido el pulso a la red.

--La verdad es que no, aunque te vas acostumbrando a sentirlo, a vivirlo y a no estar estresado por ello. La velocidad de cambio que se vive en las nuevas tecnologías no tiene precedentes, con lo cual prefiero pensar que no le tengo cogido el pulso para que no me coja nada por sorpresa.

--Dan ustedes tanta información que apabulla. Aunque algunos dicen que no hay que fiarse de lo que se publica en internet. ¿Usted cómo aplacaría las dudas de los descreídos?

--Como en la vida real, lo que internet cuenta puede ser una verdad, una mentira, o una verdad o mentira a medias. Pero sí que es cierto que hay muchísima información que se duplica cada año en la red, y eso requiere un esfuerzo de la sociedad por ser capaz de discriminar la verdad de la mentira.

--¿Qué buscan más los internautas españoles en la red? ¿Se distinguen de los de otros países en sus preferencias?

--Los internautas españoles cada vez se parecen más a los europeos porque el mundo se empieza a parecer cada vez más. En el pasado año una de las palabras más buscadas en España y el resto del mundo fue una palabra global, selfie , la gente busca en internet a ver cómo se hace eso. Y otra de las palabras más buscadas fue ébola .

--¿Cuántos clientes tiene Google en España?

--En todo caso a cuántos usuarios llegamos, porque la mayor parte de ellos disfrutan de nuestros productos y servicios de manera gratuita, no los llamaría clientes. Es un número que va variando constantemente, pero llegamos a la mayor parte de la población internauta de este país.

Javier Rodríguez Zapatero tiene fama de hombre abierto, empático --y hasta simpático, con una mirada alegre y directa y una buena dosis de chispa natural que aumenta su atractivo y hace que caiga bien a todos--, y además es un excelente orador. Lo demuestra tanto en conferencias y entrevistas como en su trabajo, centrado en vender, con eficacia demostrada, algo tan etéreo como los asuntos de la red. Se ve que disfruta con ello más allá de la responsabilidad laboral, y se llena especialmente de entusiasmo a la hora de hablar de internet como mercado ideal. "Es un excelente sitio para hacer negocios --asegura desde Madrid en nuestra conversación telefónica-- porque se pierde menos tiempo para poner en contacto la oferta y la demanda. Llevo 15 años trabajando en internet y creo que estamos todavía en los albores".

--¿Qué está por llegar?

--Hay una cosa muy bonita y es que mercados que antes eran muy reducidos por serlo su área de influencia ahora tienen al mundo como destinatario. El ejemplo son muchas pequeñas y medianas empresas cordobesas que antes vendían en la provincia y ahora venden en cualquier parte del mundo. El número de usuarios de internet crece cada año en cientos de millones (solo en el año 2014 entraron 720 millones de nuevos usuarios, casi 14 Españas), y la noticia es que esto no se queda aquí: en el año 2020 estaremos hablando de un mundo plenamente conectado a internet, unos 7.000 millones de personas.

--A ustedes les pagan los anunciantes, ¿pero ustedes pagan también por según qué servicios? Lo digo por lo de que España se haya quedado sin Google News al no querer pagar la compañía a los medios a raíz de la nueva Ley de la Propiedad Intelectual.

--Es que no tiene que ver una cosa con otra. A nosotros nos pagan los anunciantes cada vez que enviamos una demanda comercial a sus páginas web, ese es nuestro principal modelo de negocio. El tema de Google News es la consecuencia de una Ley de la Propiedad Intelectual recientemente aprobada que obliga a los agregadores de noticias a pagar por todos los enlaces que se hacen a los contenidos de noticias en los propios medios de comunicación. Es una plataforma que enviaba estos enlaces a los medios sin ningún modelo de negocio asociado, no tenía publicidad, y nos hemos visto obligados a cerrarla porque por sí sola no íbamos a ser capaces de pagar a los medios.

Eso de ser tan seguidos tiene sus inconvenientes. Recientemente se dio en Córdoba la alarma de que había desaparecido en Google Maps el nombre de mezquita referido a la de Córdoba y solo se leía la palabra catedral , lo que en plena polémica sobre si la titularidad ha de ser de la Iglesia o pública levantó sarpullido, aunque cierto es que Google rectificó de inmediato. "Google Maps es una plataforma gratuta y de las más utilizadas, está constituida por información de varias fuentes que se combinan y pasa que las denominaciones y la configuración de Google Maps está cambiando constantemente --explica--. En este caso intentamos encontrar la denominación correcta, nos pusimos en marcha y se solucionó. Mira, me está llegando ahora el dato de que en Google Maps hay más de 10.000 modificaciones al mes".

--¿Dice que le está llegando el dato? ¿Está conectado y trabajando mientras hablamos?

--Por supuesto, voy haciendo búsquedas en Google a la vez que hablo contigo (ríe). Hay que estar preparado, uno no puede desconectar.

--Pues no ganará para tila. Por cierto, ¿supone un sobreesfuerzo tener la competencia a un clic de distancia?

--Desde luego, esa es la parte más estresante de este trabajo. Para mantener vivo nuestro modelo de negocio tiene que estar en continua revolución. Pero yo no lo llamo estrés sino que estoy en un estado de incomodidad emocionante. Y no lo llevo tan mal, uno va aprendiendo. Si le preguntamos a Cristiano Ronaldo por qué mete tantos goles dirá que porque entrena mucho y tampoco se siente estresado. Es cuestión de entrenamiento.

--Hablando de otra cosa, ¿por qué será que España es uno de los países del mundo donde más se piratea en la red? ¿Tan gorrones somos?

--Hay un componente relacionado con la educación, tendríamos que hacer un esfuerzo para inculcar en los niños que la propiedad ajena no se coge, y tampoco la intelectual.

--¿Se acabará el gratis total?

--Habrá cosas que seguirán siendo gratis total por tener modelos de negocios asociados que lo soportan, como ocurre con el buscador de Google. Esto va a ir evolucionando, pero internet en muchos casos ha abaratado los costes y ha mejorado el precio de muchos productos y servicios.

--En internet todos estamos fichados y como en un escaparate. ¿Cómo compagina Google sus servicios de búsqueda con la Ley de Protección de Datos?

--A medida que se va conociendo información sobre el usuario hay que tender a ofrecerle ser el principal beneficiario de esta información. Hay productos como Googlenow que te ofrece información sobre dónde estás, los monumentos, cómo está el tráfico... cosas que te hacen la vida más fácil. Ahora bien, sabemos que esa relación de confianza no se puede romper, por eso hacemos esfuerzos tecnológicos para que el usuario conozca todo lo que Google sabe de él y pueda modificarlo. Productos como Googledashboard y Googletakeout. No queremos usuarios insatisfechos.

--Imagino que para ser el primer buscador y mantenerse tendrán una plantilla amplia. ¿A cuánto personal dirige?

--Google opera globalmente; hay gente trabajando en España para otras partes del mundo y mucha gente fuera trabajando para el buscador en España. En total somos más de 44.0000 empleados.

--¿Y sobre cuántos de ellos manda usted?

--Es que va variando... Pero yo mandar mando poco. Google es una organización muy líquida en la que se hacen muchas cosas por consenso. En cualquier caso tengo un equipo modesto comparado con los 44.000.

--He leído, por supuesto en internet, cosas de su empresa tan curiosas como que todo el mundo dispone de comida y bebida gratis y un futbolín, aparte de que hay muy buena relación entre empleados y jefes. ¿Es así de idílico o exageran?

--Honestamente, creemos tener la capacidad de contribuir a hacer un mundo mejor, y estamos convencidos de que nuestros empleados son uno de nuestros principales activos. Tenemos necesidad de innovar constantemente y eso solo se consigue cuando hay transferencia de información y cuando la gente trabaja a gusto. Por eso tenemos facilidades de que la gente interconecte, por ejemplo en el comedor; y la mesa de pin-pon y el futbolín permiten descansos.

--Así que solo les faltan camas para echarse una siestecita...

--...Pero tenemos un sillón de masaje, lo justo para echar la siesta del gorrión (vuelve a reír). No hay nada frívolo en ello, es una forma de buscar la felicidad de los empleados. Yo vengo muy contento al trabajo, y creo que los demás también.

--¿Hay que estar hecho de una madera especial para mantenerse tanto tiempo en un puesto tan en las esferas estelares y tan cotizado como el suyo?

--No creo que sea para tanto. Lo que sí me considero es un optimista digital, estoy totalmente convencido de que la sociedad digital va a ser una sociedad mejor. Eso es lo que me mueve.

Aunque economista como su padre, el catedrático de la UCO, hoy emérito, José Javier Rodríguez Alcaide, el director general de Google en España se sintió inclinado hacia las nuevas tecnologías cuando todavía eran casi ciencia ficción para la gente corriente. "Siempre he tenido inclinación a usar las nuevas tecnologías para mi vida diaria, aunque sin llegar a ser fanático --comenta--. Y creo que mi padre tuvo mucho que ver en ello porque en 1981 me mandó a Inglaterra y me dijo: 'Toma, hijo, cómprate un ZX Spectrum'. Yo no tenía ni idea de qué era aquello pero me lo compré y aprendí a programar en Basic con 11 años y me encantaba". Y es que siempre tuvo claro que "algo iba a eclosionar y a revolucionar los negocios". Por eso, ya de profesional, decidió dar un giro a su carrera y dejar la multinacional Procter & Gamble "para meterme en la aventura de internet".

--Una aventura que no le ha ido nada mal: en el 2006 era presidente ejecutivo de Yahoo! Iberia, y dos años después, fichado por la competencia, el máximo responsable de Google en España, Portugal y Turquía. ¿Notó mucho el cambio de empresa?

--Fue un cambio que yo quise hacer. Estuve casi ocho años en Yahoo! Desde Londres llevé todos los negocios para Europa y hubo un momento en que me apetecía acercarme más a mi país. Y tuve la grandísima suerte de entrar en la que considero que es la mejor compañía del mundo. Pero nada estaba premeditado, vas abriendo y cerrando puertas. Esta la abrí y es una de las mejores decisiones profesionales que he tomado en mi vida.

--Y eso que le ha tocado vivir los años de crisis. ¿Cómo la capea?

--Uno acaba aprendiendo muchísimo más en las crisis que en los momentos de bonanza. Es cuando te planteas qué tienes que hacer diferente. Para mí han sido años muy bonitos porque hemos ayudado a muchas empresas a asumir que la demanda ya no estaba en España sino fuera y a que tenían que migrar sus modelos de negocio hacia el móvil porque ahí estaban los consumidores. Y, aunque no hablamos mucho de ello, Google intenta que una sociedad joven y parada encuentre trabajo en un mundo digital en que lo hay. En el programa Actívate trabajamos con 21 universidades españolas para formar digitalmente a chavales desempleados.

--¿Cómo es su día a día?

--Como la cabra tira al monte, sigo viajando bastante y me gusta. Mi prioridad son mi mujer y mis hijos, se lo digo hasta a mis jefes porque esas cosas hay que dejarlas claras. Pero el viaje es aprendizaje constante. Hace poco he estado en Japón con amigos.

--Sé que juega al pádel, y al golf con sus hijos.

--Ahora juego menos al pádel porque tengo la espalda fastidiada, pero me gusta hacer deporte. Y estoy aprendiendo a tocar la guitarra a través de internet. Quiero conservarme mentalmente joven y eso se consigue con el aprendizaje.

--¿Controla a sus hijos el tiempo de ordenador y maquinitas?

--Uno tiene 15 años y el otro 11 y no, no puedo controlar todo lo que hacen, es imposible. Los padres y los educadores lo que tenemos que hacer es ayudarles a distinguir lo bueno de lo malo. Nuestra desventaja es que no estamos tan preparados tecnológicamente como los niños. A mí a veces me superan mis hijos. Yo soy un inmigrante digital y mis hijos nativos digitales.

--¿Cómo se ve Córdoba desde el mundo cibernético en que usted se mueve?

--Córdoba se ve siempre preciosa. Para mí es la ciudad más bonita de España, pero me gustaría que fuese más deprisa. Córdoba debería saber venderse mejor, la ciudad podría hacer más para darse a conocer digitalmente.

--Cuando los patios aspiraban a ser Patrimonio de la Humanidad Google los apoyó llevándolos a su página de presentación. ¿Tendrá algún 'detalle' más con la ciudad?

--Tengo colgado justo encima de mi cabeza un cuadro que hicieron con ese doodle , que respondía a una ocasión única. Esto funciona por petición, hay un equipo artístico que revisa las peticiones a nivel mundial y luego decide, con lo cual nunca se puede decir ni que sí ni que no. Hay que pedir cosas.

--Estará harto de que le pregunten si es hermano del anterior presidente del Gobierno, ¿no?

--He tenido anécdotas de todo tipo. Y todavía mucha gente cuando se dirige a mí, hasta por mail, me llama José Luis.