Habían prometido señalar con el dedo a quienes entienden que son los responsables de los desahucios y lo están cumpliendo. Más de un centenar de personas protestó ayer ante la sede de Cajasur Banco, en Gran Capitán, para acompañar a un grupo de unas trece familias que accedió al interior de la entidad con el objetivo de paralizar los procesos por los que podrían perder sus viviendas.

Uno de los portavoces de Stop Desahucios, Rafael Carmona, explicó que estaban reclamando a esta firma que "nombre a un interlocutor adecuado" para que los clientes puedan llegar a acuerdos y mantener sus hogares. Asimismo, en los panfletos que repartían a los viandantes señalaban que esta entidad "está embargando la pensión a los padres de nuestro compañero Fran y los pocos recursos que tiene la viuda", en referencia al hombre que falleció el pasado febrero después de perder su casa. Sin embargo, fuentes de Cajasur aseguraron que "en este caso el trato ha sido inmejorable" y aclararon que no puede dar más información sobre los clientes porque deben mantener la confidencialidad, pero "procuramos un trato exquisito".

Ante el escrache organizado en la puerta principal, este banco cerró ayer sus puertas durante unas dos horas dejando a un grupo de familias (de Stop Desahucios) dentro. Cerca de las 15.00 horas, un trabajador salió a dialogar con Stop Desahucios. Tras esto, los clientes abandonaron el banco entre los aplausos de los activistas. La protesta fue arropada por Ada Colau, la portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, quien aseguró que "la mala praxis bancaria ha hundido la economía del país" y por esto "es inconcebible que los responsables sigan en los consejos de administración, se sigan jubilando con pensiones millonarias mientras la gente pasa hambre".