«Buscar información sobre alimentación en internet es seguro siempre que la fuente sea fidedigna, como, por ejemplo, las páginas de las sociedades científicas. El problema es que la mayoría de lo que las personas buscan no está filtrado y encontramos todo tipo de disparates», cuenta la doctora Mº Ángeles Gálvez. jefa del servicio de endocrinología del hospital Reina Sofía. «Muchos lugares anuncian la comida sana por cuestiones de marketing, cuando en realidad lo que están anunciando puede resultar perjudicial, provocando no solo pérdida rápida de peso, sino pérdida de músculo e incluso de hueso». «Ahora está de moda no consumir ni lactosa ni gluten. Si la persona no es celíaca ni intolerante a la lactosa, no debe realizar esta práctica, ya que necesita esos nutrientes», afirma.