«Quien no lo hace es aquel que no lo intenta». Esa es la afirmación con la que parte la Escuela Universitaria de Circo Circuni para incentivar a todos los estudiantes de Ciencias de la Educación a que participen en esta actividad, que cumple ya tres años. Pepeciclo y Güili son los encargados de poner el humor, las ganas y la experiencia a estas técnicas de enseñanza nada comunes. Equilibrios sobre picas, malabares y monociclos son sus hojas y lápices donde plasmar sus conocimientos.

Ayer, la entrada de la Facultad de Ciencias de la Educación se convirtió en un circo por un día. Los integrantes de la Escuela Universitaria de Circo, junto con la vicerrectora de Vida Universitaria, Rosario Mérida; el director de Cultura de la UCO, Pablo Rabasco; y la decana del centro, María del Mar García, dieron comienzo a esta tercera edición, que se inauguró con unos talleres de malabares y equilibrios para todos los interesados, culminando con un espectáculo circense.

A partir de las técnicas propias del circo motivan el afán de superación de sus alumnos, la cooperación o incluso la visión periférica. Algo con lo que pretenden desglosar las herramientas necesarias a los estudiantes de grado, para que estos futuros profesores puedan ponerlas en práctica con sus posibles alumnos, además de «potenciar las capacidades, que tiene cada persona, de forma progresiva», cuenta Güili. La decana del centro quiso destacar cómo «a través de la risa y el humor, los alumnos descubren nuevas habilidades», además de «exaltar la infancia, la ilusión y la emoción», capacidades «fundamentales» para los educadores, comentó María del Mar García.

Estos talleres, que se desarrollarán del 8 de marzo hasta el mes de mayo, tendrán lugar los martes de cada semana a las 10.30 horas en la sala de usos múltiples de la facultad. Una actividad gratuita que, según Rosario Mérida, «ayudará a adquirir competencias profesionales» a estos futuros docentes.