El camino del Bejarano, el que conduce a los Baños de Popea desde la entrada de Trassierra, luce desde hace unos días un aspecto muy distinto a la imagen habitual llena de coches aparcados a ambos lados de la vía, después de la obra acometida por el Ayuntamiento de Córdoba para el adecentamiento de este camino. Una actuación largamente demandada por el Consejo de Distrito de Trassierra que finalmente ha visto la luz aunque, de momento, no esté al gusto de todos, ya que algunos vecinos ya han mostrado sus quejas por el nuevo diseño de la ruta.

La actuación municipal, con un coste global cercano a los 100.000 euros, según el delegado de alcaldía de Trassierra, Jerónimo Salazar, «pretendía arreglar una vía que no se había tocado nunca más allá de echar una capa de asfalto y arreglar los parches que iban saliendo». La filosofía del proyecto, según Salazar, ha sido «contar con un corredor peatonal y al lado una vía para el uso de vehículos, principalmente de residentes, que no podrán circular a una velocidad superior a 30 o 40 kilómetros por hora». En este momento, la obra está acabada «pero pendiente de su recepción porque quedan algunos flecos pendientes», señala Salazar, relacionados con la señalética. «Hace cuatro meses, este camino estaba lleno de coches aparcados en batería a un lado y a otro, ahora no se podrá aparcar y los peatones tendrán preferencia frente a los vehículos».

Aspecto del camino antes del adecentamiento llevado a cabo por el Ayuntamiento, con coches aparcados a ambos lados. Foto: CÓRDOBA

El presidente del Consejo de Distrito de Trassierra, Juan Manuel Luque, ha celebrado que por fin se haya atendido una petición que llevan años reclamando. «Queríamos una parte peatonal y otra para los vehículos y por fin lo hemos conseguido aunque haya aún flecos que hay rectificar», señaló. Según Luque, además de «20 señales que están por poner, queremos que se revise la glorieta de la encina y que se haga más grande para facilitar la maniobra de los camiones del Infoca si en algún momento tienen que entrar, para que puedan girar sin problemas», ha indicado. En su opinión, «el resultado es todo un avance, ya que el camino lleva veinte años intransitable y ahora presenta un piso excelente y una zona peatonal que va a ser fundamental en la época de escolares». Luque considera que la opción de suprimir cualquier aparcamiento en el camino es la mejor «porque de esta forma solo los residentes o quienes acudan a las casas de la zona utilizarán el carril de coches y el resto accederán andando».

Según Salazar, está previsto colocar unas señales indicando a los visitantes zonas de aparcamiento alternativo como la que se encuentra junto al centro cívico de Trassierra, adecentada en esta intervención. «Hay espacio para unos 200 coches, así que lo razonable es que los que acudan a ver los Baños de Popea aparquen ahí y accedan a pie porque no podrán dejar el coche».