La alcaldesa, Isabel Ambrosio, aclaró ayer que el trabajo de la comisión sobre la municipalización del servicio de ayuda a domicilio «no está concluido», por lo que «no sería bueno para nadie adelantar acontecimientos». La regidora socialista hizo estas declaraciones después de conocerse que dos informes de los departamentos municipales de Recursos Humanos y Hacienda consideran inviable municipalizar este servicio, que se presta a 2.000 usuarios y en el que trabajan 850 empleadas.

Por otro lado, Ambrosio insistió en que el gobierno municipal está estudiando cómo mejorar las condiciones laborales en las que se presta la ayuda a domicilio (en el último contrato se ha subido 1 euro la hora, y se ha segregado en dos lotes la ayuda y la limpieza) y negó, como dijo el jueves el PP, que se hayan generado expectativas a las trabajadoras de Clece, la empresa que actualmente tiene adjudicada dicha prestación.

El sindicato CTA, por su parte, señala que los informes de Recursos Humanos y Hacienda --que sostienen, por ejemplo, que la subrrogación de la plantilla a Capitulares supondría un coste añadido del servicio de 20,5 millones de euros-- están basados en falsedades. El secretario provincial de CTA, Francisco Moro, y la representante de este sindicato en la empresa Clece, Olga Perales, insistieron en que la municipalización es cuestión de «voluntad política». CTA dice que los informes parten de dos supuestos falsos: porque el sindicato no pide que las trabajadoras pasen al Ayuntamiento (como presuponen los informes), sino a una empresa municipal creada con tal fin (lo contrario, por cierto, a lo que quiere CTA para los trabajadores de Infraestructuras), y porque tampoco piden que cobren lo que un trabajador del Ayuntamiento sino lo estipulado por el convenio de la ayuda a domicilio. «Para aumentar el montante, han metido hasta la indemnización de la muerte de Manolete», ironizó Perales. También criticaron al PP por apresurarse a pedir el cierre de la comisión, y le recordaron que no necesitan «caballeros de armadura» para que las defiendan porque, dicen, «sabemos leer y hacer números». CTA tiene en Clece 9 representantes; UGT y CCOO, 11 y 2, respectivamente.