Cada vez es más frecuente observar grupos de montillanos y visitantes de otras localidades que, en los últimos días de noviembre, recorren los lagares de la Sierra para degustar los caldos recién fermentados de la pasada vendimia. Siguiendo esta costumbre, la Cofradía de la Viña y el Vino de Montilla-Moriles realizó ayer la Ruta de los Lagares de la Sierra de Montilla. La iniciativa, que se desarrolla desde hace más de una década, tiene por objeto recorrer los lugares más representativos de esta zona de calidad superior de la denominación de origen para catar los vinos frescos recién elaborados que conservan aromas y sabores muy peculiares. En la actual edición se han visitado los cinco lagares que han constituido recientemente una asociación para afrontar de manera conjunta los retos presentes y futuros.

Un centenar de personas asistió al acto protocolario de la degustación primera efectuada en las propias tinajas donde se ha producido la propia fermentación alcohólica. En esta ocasión se ha incluido como punto de partida la cooperativa Santa Marina de Aguas Santa de Fernán Núñez para favorecer la integración de varios municipios representando al vino y al aceite.

La jornada se inició a primeras horas de la mañana con un desayuno molinero en la citada cooperativa. Gerardo de las Casas, jefe de servicio de la Delegación provincial de Agricultura, hizo entrega de un diploma acreditativo del acto celebrado y de su inclusión en la Ruta de los Lagares. Posteriormente se visitó al lagar de los Borbones, situado en la ladera que comunica la Cuesta Blanca con el valle del arroyo Benavente, y con idéntico protocolo se hizo lo propio en Los Raigones y La Primilla para dirigirse, más tarde, hasta el lagar de Saavedra, cuyo nombre alude al escritor romántico cordobés Angel de Saavedra, duque de Rivas, que fue propietario de este caserío y de los viñedos de su entorno. El itinerario culminó en el lagar de Cañada Navarro. En las sucesivas estaciones de la ruta se rindieron los honores al vino nuevo de la actual cosecha y se reconoció su empeño a los cosecheros.

Otro colectivo vinculado al vino y a la gastronomía montillana, El Mandil, realizó también ayer la Ruta de la Sierra, visitando los lagares donde cataron los vinos acompañados de las tapas apropiadas para su acompañamiento.

La asociación celebró la noche del viernes asamblea general para ratificar la elección del nuevo presidente, Carlos Rubio Núñez, quien releva en el cargo a Rafael Padillo Portero, primer presidente de El Mandil, al que se le reconocieron sus aportaciones al frente del colectivo montillano.