El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, volvió ayer a criticar la inexperiencia de sus principales rivales en las urnas al decir que "no es bueno para España que nadie venga al Gobierno a aprender", y se remitió a la época de Zapatero para advertir de "los efectos" de dicha inexperiencia. Rajoy participó en la localidad de Tomares en un acto de precampaña del PP en el que de nuevo defendió su gestión de Gobierno y, sobre todo, insistió en que en este momento en el que España afronta "retos muy importantes" se necesita en la Moncloa a alguien "con historial". "Con sus aciertos y sus equivocaciones, pero con historial", añadió.

"Ya hemos conocido quién estuvo en el Gobierno y llegó para aprender y ya hemos conocido los efectos que se produjeron", señaló Rajoy en clara alusión a la presidencia del socialista Rodríguez Zapatero. E insistió en que "lo que no hay que hacer" el 20 de diciembre es apostar por "volver atrás" con los socialistas ni tampoco por los "experimentos" que representan los partidos emergentes.

Sin citar expresamente ni al líder socialista, Pedro Sánchez, ni al de Ciudadanos, Albert Rivera, Rajoy incidió en los riesgos de la inexperiencia, y subrayó que para gestionar el país se necesitan "equipos que no se crean de un día para otro", así como "programas" y gente que ya haya estado en otras administraciones gobernando.

Tras una visita a la fábrica de Heineken, Rajoy dedicó ayer una hora de su jornada de precampaña electoral en Sevilla a saludar a los vecinos de Tomares, entre los que repartió apretones de manos, decenas de selfies y hasta alabanzas a los productos de la huerta sevillana.